Desde Kazán
El destino era Kazán, y había que cruzar una parte importante de Rusia para seguir al seleccionado argentino. El viaje en tren tenía una duración de 14 horas aproximadamente, y en ese lugar se presentaron miles de escenas disparatadas. Los argentinos se trasladaron en gran cantidad desde Moscú, con el riesgo que significaba haber comprado un pasaje pero sin camarote asignado, a partir de la gran demanda para estar en el duelo ante Francia. Por ese motivo, en el momento de dormir eran muchos los que estaban deambulando por los pasillos de la formación en busca de un lugar adecuado. Los empleados de la compañía ferroviaria se empezaron a dar cuenta de la situación, y se vieron desbordados. De esa manera, solicitaron el apoyo de la policía para mantener la tranquilidad.
El tren se detuvo durante 40 minutos cerca de la medianoche por pedido de las fuerzas de seguridad. La policía apareció en todos los vagones y solicitó el ticket correspondiente a cada pasajero, para confirmar que cada uno tuviera su lugar asignado. Los hinchas argentinos buscaban refugio en los baños, el restaurante, e inclusive algunos tuvieron la osadía de esconderse debajo de las camas. La inflexibilidad de los policías fue total, y al que descubrían que no tenía su sitio para dormir, lo invitaban amablemente a bajar del tren. La locomotora se encendió una vez que se normalizó todo. Igualmente, fueron muchos los que lograron esquivar la requisa y siguieron viaje.
El episodio se efectuó con el tren detenido, y como consecuencia sin el aire acondicionado encendido. Un infierno. Kazán comenzó el verano con unos 30 grados de promedio, y en el tren la temperatura llegaba a los 35.