El Ministerio de Trabajo provincial convocó hoy a una audiencia por el conflicto laboral en la ensambladora de motos Guerrero en San Lorenzo que emplea a 200 trabajadores. El pasado viernes, y luego de acordar la paritaria con el gremio Smata, la empresa advirtió sobre una fuerte caída en las ventas, despidió a dos empleados, y envió correos a los trabajadores para informarles que ayer la planta iba a estar cerrada y les daban asueto. En la previa de la audiencia, directivos de Guerrero mantuvieron ayer una reunión en la sede de Smata con los dirigentes del gremio y les aseguraron que hoy la planta abrirá. "Nos dijeron que nos quedemos tranquilos que la empresa no va a cerrar", dijo a Rosario/12 el secretario general de los Mecánicos, Marcelo Barros. "Están buscando soluciones por la caída en las ventas, van a presentar un plan que vamos evaluar", agregó el dirigente gremial.

Los empleados de Guerrero se apostaron ayer en la puerta de la planta, que estaba cerrada con candados, y realizaron un piquete. Los rumores del fin de semana sobre el cierre de la planta se confirmaron. El pasado viernes, y luego de cerrar la paritaria con un incremento del 20 por ciento, donde los responsables de la empresa advirtieron sobre un panorama preocupante por "la caída en las ventas", se produjo el despido de dos empleados. Desde Smata denunciaron que fueron "sin causa".

"Estamos al tanto de que han mermado bastante las ventas de la empresa. Cuando nos notificaron hace 20 días de esta problemática, dijimos que íbamos a acompañar a la empresa con lo que sea, banco de horas, suspensiones, turnos rotativos, todo para sobrepasar la crisis", dijo a SL24 el delegado Ernesto Rojas. Desde la empresa, indicaron que la planta no abrió debido a que los directivos esperaban una manifestación del gremio por los dos trabajadores despedidos el viernes.

Ante los rumores sobre el cierre de la planta, confirmados ayer a la madrugada, Smata pidió la urgente intervención de la cartera laboral provincial. El director provincial de Relaciones Laborales, Mario Gaggioli, envió ayer a un inspector para realizar las constataciones y convocó a las partes a una audiencia hoy a las 11 en la sede rosarina ubicada en Ovidio Lagos y San Lorenzo.

Ayer por la tarde, directivos de Guerrero se reunieron con Barros en la sede del Smata. "Pasamos a un cuarto intermedio hasta mañana (por hoy) que van al ministerio, pero la empresa no va a cerrar. Andan con problemas de ventas, les dijimos que todo se puede hablar. Van a presentar un plan que evaluaremos y después con la gente vamos a decidir qué hacemos", advirtió el titular de los mecánicos rosarinos.

Guerrero construye más de 400 unidades por día en cuatro líneas de producción motorizadas, centros de mecanizados, bancos de prueba, cabina de pintura, horno de secado, tornería y herrería, para lo que destina un equipo de 280 personas. Según datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), la cantidad de motos patentadas durante mayo bajó 7,4 por ciento respecto de abril, y aunque se seguía manteniendo un 10,3 por ciento por encima en la comparación interanual, esperan una fuerte caída de las ventas debido a la devaluación. El cierre no impactaría sólo en los 280 operarios sino en un total de 2500 puestos de trabajos relacionados con la fábrica de motos.

Guerrero no es la única fuente laboral en riesgo dentro del rubro de las ensambladoras de motocicletas. La fábrica Motomel, en San Nicolás, decidió la semana pasada no renovar 130 contratos y adelantar vacaciones con tal de recortar presupuesto y parar la planta por dos semanas. A fines de mayo, la UOM de Venado Tuerto había denunciado 40 despidos en Corven, la ensambladora ubicada en esa localidad.