PáginaI12 En rusia
Desde Moscú
Las lágrimas de James Rodríguez sentado en el banco de suplentes reflejaban la impotencia de Colombia por su eliminación del Mundial, y la de él en particular por no poder hacer nada para impedirlo. El volante no pudo participar del duelo ante Inglaterra por sus problemas físicos, y vio de cerca cómo el sueño se desmoronó en una definición por penales. Los ingleses festejaban abrazados muy cerca allí, en el campo de juego del estadio del Spartak, y van ahora por una revancha histórica en las Copas del Mundo.
Los enfrentamientos que vienen protagonizando los equipos sudamericanos, cuando le toca un europeo, se caracterizan por ofrecer una diferencia muy clara respecto de la velocidad que le imprime cada uno. Mientras los planteles de esta parte del mundo asumen el compromiso con un ritmo vertiginoso, los de América muestran un fútbol más lento en cuanto a su elaboración.
Inglaterra recupera la pelota y busca los extremos para sorprender con rapidez. Los mediocampistas no se entretienen con ella, y descargan hacia adelante en busca de los delanteros. Los encargados de organizar el juego de ataque son Alli y Lingard. Ellos combinan y tratan de habilitar al goleador Kane y a Sterling. Este último es verdaderamente ágil, y se filtró en varias ocasiones entre los centrales colombianos. Si bien Inglaterra insiste con el traslado de la pelota por abajo, la transición es rápida en busca del área rival.
La ausencia de Rodríguez se sintió en el conjunto de José Pekerman. El equipo carecía de un armador de juego en ataque, y Falcao se encontraba así demasiado aislado del resto, ya que no podía ante los defensores ingleses. Con esa falencia, Colombia tuvo que depositar en Cuadrado y en Quintero toda la estructura ofensiva. Pero el jugador de River no estaba muy preciso cuando tenía que combinar con su compañero. Además, Barrios no podía tener la presencia que tiene cuando se desempeña en Boca, y los volantes rivales le ganaban la zona con facilidad.
La primera aproximación de riesgo fue para los ingleses, a través un envío desde la derecha, en la cual Kane llegó a cabecear pero demasiado incómodo, y la pelota se fue por arriba del arco. Como el desa- rrollo exhibía mucha firmeza defensiva de los dos lados, las acciones cerca de las áreas no aparecían. Trippier, recién a los 41 minutos del primer tiempo, tuvo otra chance concreta para convertir, y la pelota se fue al lado del palo en la ejecución de un tiro libre.
La sorpresa de la noche llegó cuando se jugaban ocho minutos de la segunda parte. Carlos Sánchez trató de ganarle la posición a Kane cuando la pelota llegaba por un envío desde la derecha, y el árbitro interpretó que le cometió infracción. El público colombiano pedía la verificación del VAR desde las tribunas, pero el juez decidió no consultar a la tecnología y se mostró firme en su decisión. La ejecución se realizó luego de cuatro minutos de deliberaciones, y Kane marcó finalmente el primer gol con un remate al medio del arco.
El tiempo pasaba y el partido se fue desvirtuando por las protestas de los futbolistas hacia el árbitro Geiger, y la gran cantidad de infracciones provocó que aparecieran muchas tarjetas amarillas. Pekerman decidió el ingreso de un delantero (Bacca) para ir en busca del empate, pero el funcionamiento colectivo de Colombia le impedía a sus jugadores quedar con oportunidades de rematar al arco. Inclusive, Inglaterra comenzó a complicar con envíos cruzados al área. En una de esas jugadas, Alli cabeceó ingresando por el segundo palo y la pelota se fue apenas arriba.
La desesperación se iba apoderando de los jugadores colombianos, que no tenían la claridad suficiente para exigir a los ingleses. Y cuando quedaban menos de diez minutos para el final, Colombia hilvanó un contrataque que le pudo haber dado el empate, pero Cuadrado remató alto cuando se encontraba frente al arco.
Inglaterra ya palpitaba su clasificación, y la hazaña colombiana llegó en el descuento. Uribe remató de lejos y el arquero evitó el gol con una atajada notable. El tiro de esquina llegó desde la derecha, y Mina hizo estallar el estadio con un cabezazo donde la pelota se metió en el arco luego de picar casi en la línea.
El envión anímico favoreció a Colombia para jugar el tiempo suplementario, y la iniciativa pasó a estar de su lado. El ingresado Uribe fue vital para que ello sucediera, aportando dinámica en el medio. El delantero Bacca también colaboró para que Falcao no quedara solo adelante, y los defensores ingleses tenían mayor preocupación en la marca. El esfuerzo colombiano se notó en algunos jugadores, e Inglaterra terminó más entero. La resolución llegó en los penales y los ingleses tuvieron mayor precisión. Los cuartos de final reciben a otro campeón del mundo.