El viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor rechazó ampliar las licencias parentales: “Para la Argentina, hoy la prioridad es enfocarse más en la productividad. Es absolutamente necesario centrarnos en la producción, y más días de licencia producirían menos días de trabajo”, declaró a la Agencia Telam. En el propio ámbito del Ministerio de Trabajo se había reunido una mesa de discusión para ampliar licencias maternales y paternales y hacerlas extensivas a matrimonios y parejas igualitarias y a familias adoptantes. Tanto UNICEF como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomiendan al país ampliar los días para que los varones estén full life con sus hijos. Y en Tierra del Fuego la ex gobernadora Fabiana Ríos impulsó una ley (para los empleados estatales) en donde los padres ya pueden pasar tres meses cuidando a sus hijxs recién nacidos.

También hay proyectos de la CTA y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) en el Congreso de la Nación. Pero Sabor dijo no en nombre de una productividad que va en contra de la conciliación de la vida familiar y laboral; de una paternidad responsable; de la inclusión de las mujeres a más trabajos; mejores puestos y salarios más igualitarios con los varones y, además, es una de las formas de prevenir el envejecimiento de la población que en el 2050 va a encontrar a Argentina en una crisis de recambio poblacional. 

La Argentina está entre el 25 por ciento de los países donde se otorgan menor cantidad de días ante el nacimiento de un hijo; según una nota de Evangelina Himitian en La Nación. Pero las empresas solo piensan en su balance contable y no en el futuro. Por ahora, los proyectos para democratizar el cuidado (ahora sobre la espalda de las mujeres que dan el doble de tiempo que los varones en la crianza de los hijos e hijas) están frenados.