El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó ayer que ya no había razones para creer en que se hará justicia en el proceso en su contra, según expresó en una carta que difundió el Partido de los Trabajadores (PT). Sin embargo, el ex mandatario volvió a ratificar su candidatura en tanto no se presente una prueba material en su contra.
“No estoy pidiendo un favor, estoy exigiendo respeto”, afirmó Lula en la misiva. Tras hacer un recuento de los pobres elementos que el juez Sergio Moro y el Tribunal Regional Número 4, con sede en Porto Alegre, utilizaron para condenarlo a 12 años de prisión y de los múltiples recursos negados tanto por esa instancia como por la Corte Suprema de Brasil, el ex mandatario aseguró: “Todo eso me lleva a creer que ya no hay razones para creer que tendré justicia. Porque lo que veo ahora, en el comportamiento público de algunos ministros de la Corte Suprema, es la mera reproducción de lo que pasó en la primera y en la segunda instancia.” El ex mandatario, además, afirmó: “Si hubiese imparcialidad y seriedad en mi juicio, el proceso no precisaría tener miles de páginas, porque solo tendrían que mostrar un documento que probase que soy el propietario de aquel inmueble de Guarujá.”
En la carta, que fue leída por la senadora Gleisi Hoffmann, presidenta del PT, Lula reafirmó, a su vez, su precandidatura a la presidencia de Brasil. “No cometí ningún crimen, y hasta tanto no presenten al menos una prueba material que mancille mi inocencia, soy candidato a presidente de la República”, confirmó el ex líder sindical desde su celda en la sureña ciudad de Curitiba y agregó: “Si no quieren que sea Presidente, la forma más simple de conseguirlo es tener el coraje re practicar la democracia y derrotarme en las urnas.” A pesar de su reclusión, Lula lidera con mucha ventaja todas las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del 7 de octubre.
El ex mandatario señaló, asimismo, a quienes lo condenaron al sentenciar: “Desafío a mis acusadores a presentar esta prueba hasta el día 15 de agosto de este año cuando mi candidatura sea registrada en la Justicia Electoral”. Desde ese día, el Tribunal Superior Electoral estará facultado para decidir si quien gobernara Brasil entre 2003 y 2010 puede participar o no de la contienda.