“No veo una contradicción con lo que dijo el jefe de Gabinete”, señaló ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en referencia a la posibilidad de aplicar impuestos a viajes y consumos al exterior para frenar una vía de sangría de dólares, pero luego lo contradijo y rechazó que esté en análisis esa medida. En los últimos días crecieron las versiones, confirmadas por una parte del Ejecutivo, de implementar un tipo de cambio diferencial sobre el turismo para frenar una vía de salida de divisas.
El jefe de ministros, Marcos Peña, había admitido más temprano desde Casa de Gobierno que esa posibilidad está “sobre la mesa”, con lo cual rechazó las aseveraciones que Dujovne había hecho ayer por teleconferencia a inversores en Wall Street. De inmediato se alineó de ese lado de la grieta interna el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, quien agregó incluso que su efecto podría incluirse en las estimaciones del proyecto de Presupuesto del año próximo. Dujovne mantuvo el saque en este ping-pong y reiteró por la tarde ante una comisión bicameral en el Congreso que no está en estudio y que aumentar impuestos no es el camino. Las internas dentro del Gobierno sobre cómo encarar la corrida contra el peso son una muestra más de la descoordinación que existe en el gobierno.
En medio de una pérdida de credibilidad del macrismo sobre el manejo económico y el margen político que tiene actualmente para aplicar las reformas que se comprometió con el Fondo Monetario, comenzaron a evaluarse alternativas para frenar la crisis cambiaria. Entre las medidas que desde un ala del Gobierno dejaron trascenderse se encuentra aumentar el impuesto a los pasajes aéreos al exterior del actual 7 por ciento a un 15 por ciento. Dentro del mismo paquete se incluiría una alícuota también del 15 por ciento que se cobraría sobre los consumos con tarjeta de crédito fuera del país. El objetivo es eliminar uno de los canales de la fuga de divisas que desde diciembre de 2015 lleva a acumulados una pérdida neta de 50.000 millones de dólares.
Estas iniciativas son impulsadas por el presidente del Banco Central, Luis Caputo, y también por un sector del Gabinete, encabezado por Peña y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. En contra de esta medida está el propio Dujovne, quien hizo públicas sus diferencias pero manteniendo el tono afable que el coaching de Jaime Durán Barba aconseja a los funcionarios. El lunes, en una charla vía webcam con un grupo de inversores extranjeros, el ministro de Hacienda rechazó de plano esa alternativa.
Peña ayer declaró otra cosa. “La posibilidad de discutir el tema de los impuestos a los pasajes al exterior es algo que está sobre la mesa, que algunos sectores lo vienen planteando por el tema del déficit de cuenta corriente que tenemos y es una de las cosas que se analizará pero en un contexto de discusión más amplia”, dijo. El ministro Dietrich también había relativizó la negativa de Dujovne. Mientras anunciaba la eliminación del piso de precios para pasajes aéreos low cost aseguró que “se trata de distintas alternativas que evalúa el Gobierno y que, si se aprueban, estarán dentro del presupuesto del año que viene”. “Todo esto forma parte de las conversiones que tenemos con el Ministerio de Hacienda para cerrar el presupuesto del año que viene y se van a evaluar todas las posibilidades”, agregó Dietrich.
Pero el último en referirse al tema volvió a ser Dujovne en una reunión de la Bicameral de seguimiento de la Deuda para analizar el acuerdo con el FMI (ver aparte). “No vemos que vayamos a solucionar los problemas de los argentinos aumentando los impuestos”, aseguró el funcionario, quien sólo dio por cierto que hay “sectores que sugieren esa posibilidad”.