Mientras el Gobierno intenta encontrar una explicación a la caída de las variables económicas y el Ministerio de Desarrollo Social busca contener a los movimientos sociales, Elisa Carrió propuso para promover la reactivación económica que la clase media “dé propinas” a los pobres, lo que generó igual cantidad de ironías que de críticas. Incluso un mozo que la atendió recordó lo escaso que son las propinas que deja la diputada (ver recuadro). La dirigente argumentó que más de dos millones de personas viven de changas y, ante la caída económica, recomendó recurrir a la caridad como única forma de redistribución de la riqueza. Luego del encuentro del presidente Mauricio Macri con las entidades rurales, queda claro que están vedada cualquier forma de cobro de impuestos a los sectores pudientes. Allí no hubo ni propina.
Carrió no tuvo su mejor salida en la entrevista que dio en TN. Su relato de una conversación telefónica con el presidente Macri sobre el aborto, en la que lo dejaba como un especulador y como un poco tonto, le valió una desmentida del jefe de Gabinete, Marcos Peña (ver aparte). Pero la declaración que más éxito consiguió entre los opositores fue la que llamó a reactivar la economía a fuerza de changas y propinas. Caída la esperanza de la “lluvia de inversiones”, del segundo semestre, y en el tercer año del gobierno de Macri la declaración de Carrió hubiera pasado como una más si no pudiera ser interpretada como una ausencia de una política social del Gobierno y de una política económica que genere mayor bienestar en la población. Ante ese vacío, lo único que atinó a proponer es la caridad cristiana.
Caridad reactivadora
A no dudarlo: la dirigente dio con la clave para la reactivación económica ante el aumento de tarifas (con el veto de Macri, por encima de los salarios) y de precios por la devaluación, así como ante la caída de la actividad y de la capacidad adquisitiva de los salarios. “Yo sé que hay una desesperanza y que el impacto (de la crisis económica) es sobre salarios. La primera recomendación que le hago a la clase media y media alta, es que dé propinas”, sostuvo Carrió, sonriente en el piso de la señal TN. De esta forma, con caridad, la dirigente entendió que no se frenará la economía. Así lo explicó: “Aunque le cueste haga la changa. Hay más de 2 o 3 millones de personas que viven de esa changa, y a veces nosotros, cuando nos ajustamos, lo primero que dejamos de hacer es de dar propina”, recomendó Carrió a la población.
También propuso juntar la comida que se tira: “Con un cuarto de los que tiramos haríamos una gran contribución”, dijo, en línea con su proyecto de creación Banco de Alimentos. No es la primera vez que se ve esta impronta de clase al pensar las cuestiones sociales. “Me gusta ayudar. Hago juntar un montón de bolsas de retazos de la fábrica que cortan, que a uno no le sirven, y lo das a un Centro de Primera Infancia, donde la gente que tiene que ir a trabajar deja a sus chiquitos. De esa manera sí me gusta ayudar”, decía Juliana Awada antes de ser primera dama, en un reportaje con la modelo Mariana Arias. No obstante, Carrió lo llevó a un grado superlativo.
En materia económica, la dirigente que había sostenido hace algunas semanas que el dolar se quedaría en 23 pesos, ahora afirmó que se quedará en 30.
La dirigente también dijo que hay “una Argentina corrosiva de la Capital y del mundo del microclima de la política, la televisión y los opinadores. Hay un gran rechazo social y colectivo en el interior y la gente está apagando los televisores”. “Gente que votó a Cambiemos dice ‘no puedo soportar el ruido, lo corrosivo’. Yo veo un clima hecho a propósito y un Gobierno que está metido en el microclima. Recién me reía con María Eugenia y con Caputo, y les digo: ‘Quédense tranquilos, si acá hubo desde aceite caliente en 1806, el 25 de mayo fue en la Plaza de Mayo. El que no quiera que haya lío en Buenos Aires, no tiene que vivir en esta Capital, es una tradición histórica’”, aseguró, desconociendo la caída en los índices de imagen del presidente y de otras figuras de la alianza Cambiemos.
Criticas e ironías
Los opositores hicieron fila para contestarle a la líder de la Coalición Cívica: “Carrió propone como política social que la clase media ‘no deje de dar propinas’. También la clase alta le podría dar ‘propinas’ a la media. E incluso podríamos pedirle al FMI que dé ‘propinas’ a toda la sociedad. Teníamos una dirigente política de fuste y no lo sabíamos”, afirmó Leopoldo Moreau, de Unidad Ciudadana. “Qué interesante el modo que encontró Carrió para sobrellevar la patética crisis que han creado. Ya no sé si ha perdido todo contacto con la realidad o si su cinismo es enorme. Vergüenza”, manifestó Alberto Fernández.
Desde el FIT, Myriam Bregman ironizó: “Pueden saquear el país, pero den propina...”. En tanto, el senador Pino Solanas le preguntó a su ex aliada “por qué mejor no le pide a Dujovne que traiga la plata que tiene afuera del país. ¿Por qué mejor no le pide a las mineras que paguen retenciones?”.
Por su parte, el politólogo Mario Riorda analizó las afirmaciones de Carrió. Más allá de las burlas, indicó que esa expresión “muestra una concepción ideológica explicita. Redistribución no. Política subsidiaria compensatoria a la mínima expresión. Casi caridad”.