La diputada Elisa Carrió volvió a tropezar con su receta para superar la "crisis social" a fuerza de "propinas", y en un nuevo intento de  defender su propuesta afirmó, en la Cámara baja, que "es necesario que se mantengan las propinas y las coimas, porque me parece importante". La sorpresa entre sus pares, que se transformó en sonrisas y críticas, obligó a la artífice de la alianza gobernante a interpretar su aseveración como un "lapsus". Luego apuntó contra la bancada del Frente para la Victoria y, por último, atacó al "progresismo estúpido que no sabe lo que son los pobres". 

La intervención de Carrió —sentada en un nueva banca entre los jefes del bloque del PRO y de la UCR, tras el escándalo que desató en la última sesión, ocasión en que advirtió que rompería con la alianza— llegó en respuesta a una propuesta de ampliar los microcréditos para la economía social. La diputada aprovechó el tema para pedir la palabra por primera vez y "aclarar una situación": "Cuando dije que era necesario que se mantengan las propinas y coimas". Entre risas y críticas, Carrió criticó primero al titular del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, a quien culpó de su "lapsus", luego pidió al presidente de la Cámara que "ponga orden" y continuó intentando reunir algunas ideas para aclarar por segunda vez en el día sus propuestas económicas, a las que ubicó en un contexto de "crisis social".

"Quiero aclarar que en otros momentos de crisis sociales me llamaban cartoneros, como me están llamando ahora. Y los cartoneros trabajan, las manicuras trabajan, muchísima gente que, a veces corta el pasto, trabaja", enumeró la legisladora. "Es necesario que las clases medias no supriman ese tipo de gastos; es una forma de solidaridad en momentos de crisis", agregó Carrió, haciendo un reconocimiento explícito de la gravedad de la situación. 

Ante la imposibilidad de continuar hablando por el murmullo que llegaba desde el otro lado del recinto, Carrió exclamó: "¿Saben qué? el progresismo estúpido no sabe lo que son los pobres".    

La intervención de Carrió finalizó cuando tomó la palabra el presidente del bloque de Cambiemos, Mario Negri, quien asumió el compromiso de tratar el proyecto de ampliación de los microcréditos presentado por el diputado Daniel Arroyo, bloqueado por el oficialismo. A pesar de su nuevo traspié, Carrió volvió a pedir la palabra en el recinto para reflotar su disputa con el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, y exigir un cambio en el reglamento. Carrió criticó los debates extensos —como ocurrió con la sesión por la Interrupción Voluntaria del Embarazo— al considerar que los diputados de mayor edad, como ella, "no entienden nada" a las 4 de la mañana.