“No soy profeta ni tengo la bola de cristal, así que no les puedo decir qué va a pasar”, adelantó apenas tomó contacto con quienes lo siguieron por Internet. “Así que no les puedo decir quién ganará en 2019”, matizó en la que fue la primera videoconferencia entre un periodista y los socios de Página/12. En poco más de una hora de intercambio con quienes se unieron al diario para defender la otra mirada, el columnista político caracterizó al de Cambiemos como “un gobierno neoconservador que no vino a mejorar las condiciones de vida de la gente, sino todo lo contrario” y que acaba de pasar una “bisagra” en materia económica al firmar su acuerdo con el FMI. “Este tipo de gobierno, como los que vimos en los 90 en la región, sólo traen pobreza y ajuste”, describió a la administración de Mauricio Macri y advirtió: “La Argentina entró en una crisis económica de la que no podrá salir con este gobierno.”
La videoconferencia que brindó Wainfeld marca la continuidad de las acciones de Página/12 para sus socios. Antes había sido Alfredo Zaiat quien se reunió con ellos en el Centro Cultural Caras y Caretas para trazarles un panorama de la política económica de Macri, marcada por el endeudamiento, el tarifazo y la inflación.
“Juguemos a apostar. ¿Jugarían una cena a que pierde Macri el año que viene? Sí. ¿Apostarían doble contra sencillo? También. ¿Un auto, algo de su patrimonio? Ahí ya dudaría. ¿Un dedo? No. Porque no es seguro que pierda”, invitó Wainfeld a los socios a un intercambio que con el correr de los minutos se hizo fluido. El autor de Kirchner, el tipo que supo recibió casi 150 preguntas durante la videocharla y explicó que las elecciones las ganan y pierden los oficialismos. También recordó que en Estados Unidos, en una campaña “se habla del metro cuadrado, esto es, una persona vota de acuerdo a sus perspectivas, sabe cuánto gana y no mucho más, y así decide en el cuarto oscuro”.
Así, el desafío, planteó, pasa por la construcción de una alternativa opositora que agrupe al “pan-peronismo”. Manifestó que “Macri conserva un núcleo de votantes” y recordó que la Constitución le permitiría la reelección con el 40 por ciento sin segunda vuelta si le saca diez puntos al segundo. “La tarea es evitar la dispersión”, dijo, y ejemplificó que en 2007 Cristina Kirchner ganó en primera vuelta con poco más de 40 por ciento mientras Elisa Carrió y Roberto Lavagna se dividían el voto opositor mayoritario.
Wainfeld apuntó que “las elecciones las deciden los indecisos” y que ya se ha visto en experiencias recientes como el Brexit, la elección de Donald Trump, el referéndum por la paz en Colombia, con finales muy cerrados. El columnista dijo que como alternativa aparece el peronismo disperso y se refirió a la figura de Cristina Kirchner.
“Ella tiene capacidad de imantar como no tiene nadie dentro y fuera del peronismo”, afirmó sobre la ex presidenta. “No le creo mucho a las encuestas cuando la descartan, es como Lula, tiene un carisma que no se puede transferir”. Y remarcó la paradoja dentro del peronismo: la necesidad de contar con el kirchnerismo para poder tener chances de triunfar. “Con ella sola no alcanza, pero sin ella no se puede”, graficó la situación.
En ese punto, Wainfeld lanzó una encuesta entre los que lo estaban mirando respecto de los deseos y posibilidades de un recambio el año próximo y otra sobre si Cristina Kirchner será candidata. Los resultados dieron “Muy probable” en ambas preguntas. “Hace seis meses el presidente estaba en la pole-position para ser reelecto, hoy ya no es tan favorito”, contextualizó.
En el caso de la ex mandataria, calificó como “liderazgo raro” su conducción desde que dejó la Casa Rosada. “Es una líder referencial. Los líderes se adueñan de los tiempos y articulan entre sectores donde no hay articulación”, fue su definición.
A la hora de las preguntas, habló sobre la relación entre el Gobierno y Clarín, marcada por la reciente fusión de Cablevisión y Telecom. “No sé si seguirá la unión. Es una coalición, hay intereses en común pero intereses divergentes”, opinó, al tiempo que arriesgó que “Clarín seguirá apoyando en las elecciones”.
Otra consulta fue sobre la unidad del peronismo. “No sé cuál es el límite para la unidad, sé que se pueden aprovechar las PASO como hizo Cambiemos en 2015”, dijo, y repasó el mapa de la Argentina profunda al afirmar que “hay que mirar a los gobernadores, que hace seis meses no pensaban en un recambio presidencial que ahora ven como algo más probable, si bien ellos cuidan primero el terruño”.
¿Conservará Macri más del 15 por ciento para las elecciones?, fue otra consulta. “Llegará con algo más que eso”, arriesgó Wainfeld, que rememoró que la Alianza perdió en 2001, antes del derrumbe, “pero aún conservaba votos”. A su juicio, “todo dependerá de la dinámica política, económica y de la oposición”. “Macri perdió votos, pero nadie los capitalizó aun”, apuntó y analizó también que “Macri irá por la reelección y difícilmente se disuelva Cambiemos”, pese a las turbulencias actuales. “Sólo se suelen dividir la izquierda, por cuestiones idiosincráticas, y algunos grupos cuando las cosas van mal. Cuando van relativamente bien, siguen” señaló y fue más allá: “El piso del 15 por ciento, que en realidad es más alto, está con o sin apoyo de los medios.”
El gran desafío sería pensar otra alternativa presidencial por fuera de Cristina. “Es muy difícil trasladar el carisma de un líder. Soy crítico por cosas que no se hicieron y que sí hizo Lula, cuando ungió a Dilma, que no la conocía casi nadie ni tenía territorio”, dijo Wainfeld sobre casos “que a veces funcionan y otras, no”. Y ejemplificó: “Lula acertó con Dilma; Chávez con Maduro no, y Correa con Moreno, tampoco.”
Con todo, ponderó “instituciones sociales” que dejó el kirchnerismo, como las paritarias y la AUH y que “recuperan derechos de los humildes” frente a un gobierno que “ha puesto en peligro derechos humanos masivos, no sólo el trabajo. Hay que resolver lo que deja en materia social y alimentaria, más los tarifazos”. Además, explicó que las herramientas heredadas por el macrismo “sirven para mejorar la vida a la gente, ese es el signo de identidad de los movimientos nacionales y populares”.
En esa línea, una pregunta aludió a las paritarias que lograron perforar el techo del 15 por ciento en las paritarias. “El Gobierno cede por la presión del movimiento obrero. Ahí hay que ver el peso de la CGT, con un nivel de afiliación menor al de los 70, pero mayor al de otros países”, respondió Wainfeld para luego remarcar que representa “un triunfo del movimiento popular” poder negociar acuerdos más próximos a la inflación. “Los institutos sociales que dejó el kirchnerismo evitan que el macrismo defraude a la sociedad”, añadió.
Otra pregunta: ¿Hay peligro de fraude? La respuesta: “Es muy difícil con este sistema electoral, y sin voto electrónico.” Al respecto, Wainfeld contó su propia experiencia como autoridad en elecciones y afirmó “no es posible hacer un fraude a nivel general”.
También elogió las PASO como posibilidad de hacer un ordenamiento en la diversidad. “No creo en la lista de unidad, el que gana lidera y luego se reparten lugares para los distintos cargos”. ¿Cómo encarar el futuro desde este presente? “Hay figuras que tienen un nivel de predicamento que no se condice con el caudal electoral propio, como el senador Pichetto, o Diego Bossio, que no puede ganar ni en el consorcio. El peso pasa por las provincias grandes”. Y apuntó a Segio Massa. “Me cae pésimo, pero pese a cómo le fue en esta última elección, tiene capital”. Igualmente, “se le dispersan dirigentes, como Arroyo y Solá”, y definió al ex gobernador como un dirigente que “hoy se equipara” al líder del Frente Renovador. Sobre Florencio Randazzo dijo que “no sacó nada, no se lo ve presente, se tomó un año sabático”, y de Agustín Rossi que tiene mucho nivel de desconocimiento, pese a ser una figura de primera línea que busca instalarse y ser “uno de los grandes oradores del kirchnerismo después de Néstor y Cristina”.
Ante este panorama se formuló una pregunta: “¿Es más importante ganarle a Macri o conservar la identidad pese a la derrota?” Su respuesta: “Cambiar de régimen es prioritario.” ¿Y CFK? “La imagen negativa es alta, con buena intención de voto entre los peronistas, es algo que cambió al calor de lo que pasó en estos meses con la economía”. Para el columnista, “no alcanzaría para ganar” pero “nadie se le acerca en intención de voto”, en un escenario que “no es irreversible, pero sí difícil de cambiar”. La conclusión es que “se puede arrimar sin ella, pero nadie tiene su nivel de convocatoria”.