La inflación y la devaluación del peso desde que asumió el gobierno de Cambiemos no sólo hicieron añicos el poder de compra de los salarios. También el valor real de la ayuda social –que el oficialismo y hasta el FMI dicen estar comprometidos en preservar– se redujo significativamente, afectada además por las políticas sociales del macrismo. Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre el poder de compra de los planes sociales en 2001, 2015 y 2018 muestra la caída del poder adquisitivo de la ayuda social frente al incremento de la canasta básica. Si con un Plan Trabajar se compraban 5,28 canastas básicas el año que la crisis social derivó en la huida en helicóptero del presidente Fernando de la Rúa, 17 años después, con los planes sociales que implementa el gobierno de Mauricio Macri se pueden adquirir 4,77 canastas de alimentos esenciales. La caída es mucho mayor si se toman como parámetro los planes sociales vigentes en el último año del gobierno de Cristina Kirchner: entonces se podía acceder a 7,27 canastas básicas.
El informe del centro de estudios que encabeza el economista Hernán Letcher se titula “La cuestión social” y arranca con una cita de la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, que en el contexto de la firma del acuerdo con el gobierno no se privó de elogiar “el énfasis puesto por el equipo económico del presidente Macri en apoyar a los más vulnerables de la sociedad”. Ante las reiteradas promesa de “garantizar” los recursos destinados al gasto social por parte de funcionarios de Cambiemos, que ayer sufrieron un nuevo revés en la reunión que mantuvieron con movimientos sociales (ver nota aparte), el CEPA hizo un análisis en dólares corrientes pero con valores de canasta y luego en pesos de los planes que reciben los sectores más pobres en 2001, 2015 y 2018, a fin de poder comparar el poder adquisitivo de esas ayudas estatales. “Los resultados obtenidos muestran la alta correlación que existe entre el precio de los alimentos en Argentina y la cotización del dólar, ya que mientras que la inflación de Estados Unidos fue del 40 por ciento entre 2001 y 2017, la canasta alimentaria considerada se incrementó en promedio un 35 por ciento”, advierten los economistas.
La canasta básica considerada en 2001 equivalía a 26,50 dólares ese año, a 36,70 en 2015 y a 33,6 en mayo pasado, en los dos últimos casos en base a relevamientos del propio CEPA. Si la comparación se hace tomando como base los pesos de 2018, la canasta en el último año del régimen de Convertibilidad costaba 795 pesos, que bajaron a 357,85 cuando dejó el gobierno CFK y aumentaron a 1006,90 en mayo pasado. La variación entre 2001 y 2018 muestra el aumento del 35 por ciento, con picos en productos como las papas (191 por ciento), naranjas (136 por ciento), carne picada (80 por ciento) o pan francés (63 por ciento).
La ayuda social de 2001 traducida a cifras del presente equivale a 4200 pesos, que surgen de considerar los 140 pesos/dólares promedio de un Plan Trabajar (oscilaba entre 120 y 160) con el tipo de cambio a 28,20. Con los programas Argentina Trabaja y Ellas Hacen, durante el último año de gestión kirchnerista, la cifra traducida al presente equivale a 2600 pesos. En tanto, si se consideran los actuales planes Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario, el número llega a 4800 pesos mensuales. La comparación 2001/2018, lejos del 35 por ciento de aumento de la canasta básica, marca una mejora del 22 por ciento. Es decir, una significativa pérdida del poder adquisitivo.
La caída de la capacidad de compra de los planes sociales en los últimos dos años y medio es también notoria si se la analiza con respecto al valor del dólar en los respectivos momentos. Mientras en el último año del uno a uno el Plan Trabajar equivalía a 140 dólares, los planes en el último año del gobierno del Frente para la Victoria eran equiparables a 266 dólares, mientras que tras la devaluación de la alianza PRO/UCR, y con un tipo de cambio de 30 pesos (tomando el valor del lunes último), la cifra se reduce a 160 dólares. En resumen, las ayudas sociales traducidas en dólares, explica el CEPA, se redujeron un 40 por ciento durante la gestión Cambiemos. El porcentaje es levemente superior al de considerar la reducción de la jubilación mínima (39 por ciento, que surge de comprar 440 dólares en 2015 contra 270 en mayo pasado) y sólo superado por el achicamiento del salario mínimo, que se redujo en un 45 por ciento (573 a 317 dólares en dos años y medio).
El estudio, finalmente, se detiene en la cantidad de canastas básicas que se podía adquirir en 2001, 2015 y 2018, tanto con el salario y la jubilación mínima como con los planes sociales mencionados (ver gráfico). La comparación permite concluir en una leve mejora respecto de 2001 si se toman como parámetro salarios y jubilaciones, pero en un empeoramiento en los ingresos de los sectores vulnerables que dependen de los planes sociales: 5,28 canastas en 2001 contra 4,77 en el presente, un 10 por ciento menos que en el peor momento socioeconómico del país en las últimas décadas.