El fiscal rosarino Walter Jurado se declaró incompetente para investigar la presunta venta de estupefacientes en la fiesta electrónica de Año Nuevo, en Arroyo Seco, que terminó con dos vidas. Ante ello, ayer envió formalmente copia de todas las actuaciones realizadas durante cuatro días de investigación, al fiscal federal Mario Gambacorta. Sin embargo, mantiene la investigación que busca determinar la causa de la muerte de Giuliana Maldovan, por lo que espera los resultados toxicológicos. Varios relatos dieron cuenta de que la jovencita consumió una droga sintética conocida como Coca-Cola, lo que le habría provocado el ataque psicomotriz con el que llegó a la ambulancia de emergencias, aquella madrugada. Horas después, falleció. Ayer, sus padres prestaron testimonio en la causa. Desde la Justicia Federal, se mantiene el hermetismo y aseguran que hay "varias medidas en curso". Pidieron colaboración de que personas que hayan estado en la fiesta. En tanto, dos ex empleados del complejo Punta Stage, donde se hizo la fiesta, hablaron de la venta de drogas.

La medida que tomó Jurado se realizó un día después de que la Justicia Federal allanara la Municipalidad de Arroyo Seco, el complejo Punta Stage y al menos dos propiedades de uno de los dueños de la productora que organizó la fiesta, ante los relatos y elementos que apuntan a la venta de éxtasis dentro del local.

La mayoría de los testimonios llegó por parte de asistentes al festejo, aunque también dos exempleados hablaron en Canal 3. "Era frecuente la venta de drogas", revelaron Alejandro y Silvia, que trabajaban en las zonas de estacionamiento y de baños de Punta Stage. "Se veía gente drogada, mal. Yo tuve que salvar a una piba de Rosario llamando a los padres porque la vi que estaba muy pálida, temblequeando. Era muy común la droga; los estupefacientes se vendían tanto en el interior como en los alrededores del boliche. La Municipalidad (de Arroyo Seco) sabe todo. Iban inspectores de la Municipalidad a cobrar el diezmo", denunció el hombre. Silvia agregó que "la droga se vendía dentro del boliche" y contó que ella vio "a una mujer que se le cayó la cartera en el baño, y andaba en cuatro patas levantando pastillas. "Vendían agua con pastillitas de éxtasis pegadas abajo de la botella", reveló." Además, agregó que "había órdenes de cortar el agua en los baños a eso de las 3".

En tanto, luego de que el gobernador Miguel Lifschitz dijera anteayer que el lunes habrá una reunión para "poner límites a las fiestas electrónicas en la provincia"; el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Pablo Farías, agregó que "el gobierno convocará a los intendentes y jefes comunales de las cabeceras de los distritos departamentales para comenzar a diseñar una ley que prohíba en toda la provincia esta clase de eventos". Y agregó: "Consideramos que existen estructuras de control débiles. No están haciendo lo suficiente las normativas locales. Cuando en las ciudades más grandes se ponen más regulaciones, las estructuras de las fiestas se trasladan a ciudades más pequeñas con estructuras de control más débiles"; por lo que proponen "un piso de exigencias".