Pocas dudas caben de que en materia de espectáculos el 2016 será recordado por la visita de los Guns N' Roses al Gigante de Arroyito. La emblemática banda de hard rock norteamericana conformada por Axl Rose, Slash y Duff McKagan permitió vislumbrar el renacimiento de Rosario como lugar de paso de megaconciertos extranjeros, tras haber sido relegada en las últimas décadas por otras ciudades como Córdoba. "Con los Guns, Rosario pasó la prueba de los shows internacionales", había dicho el productor Claudio Joison tras la finalización del evento millonario que reunió 28 mil espectadores y que hizo rememorar el aterrizaje de Queen en 1981. Claro que no fue lo único destacado de un año caracterizado por una gran variedad de shows que apuntaron a satisfacer el gusto de la mayor cantidad de público posible. Es por ello que, para realizar un balance de los doce meses que acaban de partir, Rosario/12 dialogó con principales productores de la ciudad. Los espectáculos más exitosos, el contexto de recesión económica y su impacto en la producción, la relación de las productoras con el Estado y las apuestas para 2017 fueron algunos de los ejes desarrollados.

Con más de cincuenta años de experiencia, que le valieron un reconocimiento por parte del Concejo a fines de 2014, José "Pepe" Grimolizzi (Grimolizzi Producciones) forma parte de la casta de empresarios que sabe cómo focalizarse y adaptarse a los intereses del público. "Hemos tenido un año excelente", manifestó para luego vanagloriarse de haber sido el productor que mayor cantidad de espectáculos hizo de manera continua en los principales teatros de la ciudad.

De acuerdo a la variada selección de artistas, el empresario vinculado históricamente a Los Nocheros, Cacho Castaña, Joan Manuel Serrat y Víctor Heredia declaró haber abierto mucho el "target" para trabajar con distintos públicos. Sincretismo que el pasado año apuntó, principalmente, a cubrir dos grupos de destinatarios: niñas y niños interesados por los espectáculos infantiles y, en menor medida, los adolescentes y su gusto por el pop latino bailable. En cuanto a los primeros, se destacó Diego Topa -también en manos de otros productores-, visto por 15 mil personas durante las tres presentaciones realizadas en el estadio del club Provincial, mientras que Lali Espósito, Márama y Maluma cantaron en un Metropolitano colmado. "Los chicos, por supuesto, no pagan sus entradas, pero se las pagan sus padres, abuelos, tíos o padrinos; y nunca es una entrada, son dos o tres", explicó sobre el por qué de la concurrencia asegurada en este tipo de eventos.

Además, mencionó que hay artistas que son "marcas registradas" "como el Chaqueño Palavecino" y por ende actúan con entradas agotadas. "Para la gente, el espectáculo se ha convertido en elitista. Si hay una cosa que le interesa, compra la entrada de la manera en que le sea posible, no es que van a cualquier espectáculo como ocurría años atrás", expuso.

En referencia al triunfo de Mauricio Macri y los consiguientes cambios en la economía, expresó que fueron doce meses en los que se necesitó mayor "precaución" y "esfuerzo" pero que, a pesar de todo, los shows "funcionaron muy bien". Ese éxito, en parte, se lo atribuyó a una modalidad de pago cada vez más asentada: "La incorporación de la tarjeta de crédito como una cosa por demás de corriente; ofreciendo el pago en cuotas, ha generado que vendamos por este medio el 75 o 80 por ciento de las entradas".

Otro que se jactó de haber tenido un gran año fue Andrés Abiad (MA Producciones). "Tuvimos el mejor año de nuestra historia, coronado con un show de La Beriso en River para 70 mil personas", aseveró para dar cuenta que la productora que encabeza junto a su hermano Gastón vendió la mayor cantidad de tickets desde su existencia. La escala es a nivel nacional, siendo Rosario un 35 por ciento de la facturación de la empresa. Además de la citada banda de rock, por intermedio de este productor llegaron a la ciudad Toc Toc, Fuerza Bruta, llya Kuryaki and the Valderramas, Ricky Martin, Zaz, José Luis Perales y Julieta Venegas, espectáculos que en algunos casos pudieron presenciarse en más de una ocasión y a sala llena.

Para Abiad existió una diferencia entre el primer semestre y el segundo. En ese sentido, destacó la solidez del primero y argumentó que, si bien la asistencia de público nunca disminuyó -ni siquiera en comparación con años anteriores-, en los últimos seis meses "la gente tardó más en comprar las entradas" producto del contexto económico. En tanto empresario, aseveró que "siente que los márgenes de ganancia se han achicado un poco", pero consideró que está en el ingenio del productor saber cómo seguir sosteniendo su negocio.

Por otro lado, para Gustavo Granato (All Press), hacedor durante el año de exitosos shows como los de Andrés Ciro, Babasónicos, Divididos, Las Pelotas, Piñón Fijo y Maluma (coproducción), el balance fue "positivo". El empresario distinguió la cantidad de espectáculos que produjo y el apoyo de sponsors para realizar sus actividades.

Las Pelotas pasó por Club Brown y fue una fiesta para al público rockero.

En sintonía con sus colegas locales, respaldó que hubo un retroceso económico: "Se notó, sobre todo en el segundo semestre, una merma en la venta de tickets estimada en un promedio de un 20 por ciento. El primer semestre fue más o menos parecido al 2015", dijo. De todas maneras, argumentó que "en Rosario la merma no fue tan grande como en otras partes del país", según pudo saber mediante charlas con otros empresarios y autores. "Lo que tuvimos que hacer, teniendo en cuenta el contexto del país, fue amoldarnos a esa situación, tanto los productores como los artistas", sostuvo.

Desde el serbio Emir Kusturica pasando por Pedro Aznar, Alejandro Lerner y Pimpinela. "Bastante variado", afirmó Juan Manuel Almada (Eureka Pop) haciendo referencia a los shows que produjo y que le permitieron redondear "un buen año en cuanto a convocatoria y producciones realizadas". Sin embargo, su mayor éxito no estuvo entre los mencionados, sino que fue el espectáculo infantil Peppa Pig el que desniveló la balanza a favor con 69 mil tickets vendidos en una gira por Rosario, Córdoba, Mendoza, Buenos Aires y Mar del Plata. Según su mirada general, en la actualidad el amante de la música elige "mucho más" qué ir a ver, y coincidió en que costó mantener el nivel de venta de entradas con respecto a años anteriores, por lo que se necesitó hacer "un trabajo más intenso en tanto publicitario y al público en que se apuntaba".

Por su parte, Gerardo Stranieri (Producciones Suburbanas) remarcó como aspectos positivos el hecho de ampliar las plazas en las que produjo sus espectáculos y la calidad de los mismos. Haciendo hincapié en la situación adversa que vive la economía, dijo: "La industria del entretenimiento bajó mucho, ante cualquier ajuste lo primero que se deja en gastar es en ocio. Obviamente, los espectáculos muy fuertes se mantuvieron igual pero por una cuestión de afinidad del público". Encargado de la producción de Radagast, Agarrate Catalina, Sig Ragga y El mató a un policía motorizado, entre otros, también consideró la suba en los costos y servicios y en el riesgo de trasladar ese aumento a las entradas "porque te termina jugando en contra de la convocatoria".

Si existe un micromundo dentro del espectáculo, ése es el teatro, muchas veces postergado por los flashes de los shows musicales pero que en la ciudad reditúa un público más que fiel. Palabra autorizada, Ricardo Alongi (Alongi Producciones) observó que "el balance general fue positivo, pero se nota una cierta contracción", y recalcó que hubo un aumento en los costos fijos. "Las cosas que anduvieron bien, se hicieron bien. Lo que anduvo flojo, anduvo flojo, no vendió en ningún lado", agregó. Su reflexión llega tras haber organizado obras como Matar al diván y Yo soy mi propia mujer y luego de traer al destacado guitarrista británico de jazz John McLaughlin. Además, preponderó el hecho de trabajar con obras rosarinas, algo que le resultó "lindo y tranquilo" y en las que "se trabaja con otro tipo de actores, de exigencias, gastos y valores de entrada". A pesar de ello, es consciente de que en ciertas ocasiones, la gente prefiere ir a ver a "actores reconocidos".

Yo soy mi propia mujer, con Julio Chávez, una de las obras teatrales con mayor convocatoria.

En tanto, y metido de lleno en el teatro rosarino desde hace cuarenta años, el productor ejecutivo Hugo Méndez enunció que no le fue mal con lo realizado en los últimos meses. Con espectáculos café‑concert, principalmente musicales y humorísticos, entre otros, los días sábados confeccionó una agenda en el Olimpo Centro, donde asistió gran cantidad de público. "No noto diferencias con respecto a años anteriores, pero la remo un montón para que la gente vaya", dijo el teatrero que, lejos de toda especulación financiera, hace gala de la amistad que supo construir con distintos artistas. Y señaló que no es lo mismo un teatro que un bar: "En el bar la gente come algo y toma vino y de paso ve un show; ir al teatro a ver un espectáculo es más difícil". Igualmente, remarcó la calidad de las producciones locales que, a su vez, tienen la dificultad de competir "con la televisión -en referencia a la publicidad de obras taquilleras de gran presupuesto- y las grandes producciones de Buenos Aires".

 

La mano del Estado

El segundo semestre del año comenzó con el Concejo aprobando una propuesta avalada por la intendenta Mónica Fein para reducir, y en ciertos casos eliminar, las tasas que se pagaban en Rosario por el derecho de acceso a espectáculos musicales y teatrales. Medida festejada por unanimidad por los productores ya que vieron en ella un fomento a la cultura local y el aterrizaje de grandes shows internacionales y nacionales que colocarían a la ciudad como una plaza central en materia de espectáculos. En síntesis, el tributo fijado en 5.5 por ciento pasó a ser de 1.5 para recitales y un 0.75 para funciones teatrales, además de exceptuarse en caso de convocar a teloneros locales o que los eventos colaboren en la difusión de expresiones culturales rosarinas.

En este aspecto, Abiad consideró que gracias a esta decisión "hay un antes y un después para la historia del espectáculo de la ciudad" y consideró que "estaría buenísimo poder eliminar el ingreso bruto, que es una de las pocas provincias que lo paga".

"Hay que hacer un agradecimiento a la intendenta que propuso eso y que el Concejo lo aprobó", sostuvo Grimolizzi. "A finales de otros años, un 5.5 por ciento quizá se convertía en lo que era nuestra utilidad y que desaparecía, a lo mejor, por el pago de ese impuesto, aunque no era específicamente uno. Afortunadamente, a partir de agosto ya lo pudimos entrar a aplicar y poder recuperarlo", añadió.

Por su parte, Granato destacó que "fue una ayuda pero no es determinante a la hora de hacer un show". "Cuando uno toma una decisión tiene en cuenta un montón de variables; obviamente que, ante la duda, o un show que presenta ciertos riesgos o dificultades, el hecho de que el impuesto municipal se haya reducido, o si hay un grupo local sea nulo, ayuda y termina siendo importante", se explayó. De todos modos, para el productor no se debe depender siempre del Estado: "Por lo menos yo siempre me moví de forma independiente y privada, ése es el motor de mi empresa. Después, si el Estado nos puede apoyar en determinados eventos, bienvenido sea, ojalá que pueda tener más participación porque eso haría que la actividad crezca".

En sintonía con lo anteriormente mencionado, Stranieri manifestó: "Ayuda, es un costo menos, pero no es determinante. Y no creo que antes alguien haya dejado de hacer un show por eso".

"Una decisión acertada por parte del municipio. No tengo dudas que va a haber una mayor cantidad de producción teatral y musical en la ciudad", mencionó Almada, quien además estimó que Rosario ya era un sitio muy importante en cuanto a producción cultural pero que, de igual manera, la modificación del Código Tributario hará que "productoras del exterior, empresas importantes, quieran ver a Rosario como una plaza para que lleguen espectáculos internacionales". También hizo referencia a la "situación ideal" en que llega la modificación, en el marco de una "recesión económica fuertísima".

En tanto, Alongi aseguró que "fue algo muy positivo, ayuda y mucho" y que "le sirve mucho más a la música que al teatro, porque ninguna obra de teatro ha dejado de venir por estar el impuesto". Distanciándose de algunos de sus colegas, mencionó: "Los gobiernos tienen que apoyar la cultura de su ciudad para poder desarrollar el arte, en todo sentido". Y también destacó que, en general, las políticas de Rosario y la provincia "son muy buenas pero no alcanzan". "Hace falta más volumen; hay que tener más teatros, más salas, que no es fácil", ejemplificó.

"Me parece muy importante. Es un comienzo; es fomentar la cultura, apoyarla", afirmó Méndez, quien además destacó otras políticas culturales como la Comedia Municipal. Sin embargo, con lo que respecta al teatro local e independiente, dejó entrever la necesidad de mayor apoyo al sector.

 

Algo de lo que se viene

"El negocio nuestro pasa por lo que vamos a proponer, de tratar de equivocarnos lo menos posible porque después la boletería va a funcionar de acuerdo a eso". La cita es de Grimolizzi y sirve para sintetizar lo que será el 2017 en cuanto a espectáculos. Todos los productores, claro está, tienen el deseo de que sea un buen año. Pero algunos vislumbran un empeoramiento en la economía y otros piden prudencia.

En cuanto a los artistas que desfilarán por la ciudad a lo largo de este año, Grimolizzi adelantó que producirá a Rosana y un concierto acústico de Jairo y Baglietto, además de preparar junto a Joison el espectáculo infantil Soy Luna. Este último, por su parte, dio a conocer mediante las redes el desembarco de Caetano Veloso en marzo y La oreja de Van Gogh en junio. En tanto, Granato confirmó que a fines de febrero se realizará un Personal Fest con artistas nacionales y locales, y durante el año volverán Ciro y Los Persas y Babasónicos; en materia internacional despuntará la presencia de la finlandesa Tarja Turunen y los españoles Vanesa Martín y Porta.

Entretanto, Abiad anticipó que organizará la gira nacional de La Beriso -también actuará en países latinoamericanos y en Miami-, La 25 y Topa, mientras que Almada seguirá apostando fuerte a los shows para niñas y niños con Peppa Pig, Masha y El Oso y Paw Patrol, al mismo tiempo que organizará la presentación del nuevo disco de Pedro Aznar y la llegada de Franco De Vita y Carlos Baute. Por su parte, Stranieri aseguró un ciclo de stand up para febrero; para el mes de abril Salta La Banca, Nonpalidece y La 25, y en junio Lisandro Aristimuño presentará su nuevo material.

Con respecto a los productores enfocados principalmente en lo teatral, Alongi informó que en mayo Les Luthiers estrenará obra, en abril llegará Le Prenom, en junio Pepe Cibrián presentará su musical Lord y en noviembre arribará Joaquín Sabina. Finalmente, Méndez tiene confirmada la programación para enero y febrero de shows musicales y humorísticos en el Olimpo Centro (Mitre y Urquiza) y el grupo La Barca presentará su disco titulado Argentina, con la idea de organizar una puesta en escena con actores y bailarines.