En la Argentina mueren 43 mujeres por año por el femicidio institucional de la clandestinidad del aborto. Además, hay 49.000 egresos hospitalarios por aborto. Por otra parte un 15,5 por ciento de las adolescentes se embarazan y siete de cada diez de ellas en un proceso no intencional, según un informe del Equipo Latinoamericano de Género y Sociedad (ELA), la Red de Acceso al Aborto Seguro (REDAAS) y el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) que detalla la situación de la salud sexual y reproductiva por provincia. En la Provincia de Buenos Aires mueren 92 mujeres -anualmente- por embarazo, parto o puerperio (incluyendo la clandestinidad de la interrupción voluntaria del embarazo) y en noviembre del 2017, por ejemplo, se obstaculizó en el Hospital Municipal Nuestra Señora de Luján el acceso a una Interrupción Legal del Embarazo obligando a una mujer a una consulta psiquiátrica que no es un requisito para el fallo F.A.L. de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
En el discurso público se dice que algunas provincias son más conservadoras, pero eso, en realidad, es que se cuida menos la vida de las mujeres. En Catamarca la tasa de mortalidad materna es de 10,5 muertes cada 10.000 nacidos vivos y en Formosa de 12,3 mientras que en la Ciudad de Buenos Aires (donde en todos los hospitales se realizan abortos legales) es de 1,5. Por lo que en el noreste la posibilidad aumenta diez veces (o más) para las mujeres. La investigadora del Centro de Estado y Sociedad (CEDES) Silvina Ramos analiza: “La información muestra que las consecuencias gravosas para la salud de las mujeres por el aborto inseguro es un problema para las veinticuatro provincias de la Argentina porque para cada una de ellas hay mujeres que se internan en los hospitales. La ley nacional ayudaría a mejorar la situación de las mujeres que viven en las provincias”.