El cabo primero Francisco Javier Pintos, acusado por el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel, fue indagado durante varias horas por el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva y la fiscal Silvia Little, y a pesar de la gravedad del delito que se le imputa salió de la audiencia en libertad. Según pudo reconstruir el portar En estos días, el imputado miembro del Grupo Albatros de la Prefectura Naval, aseguró que no disparó el subfusil MP5 de donde salió la bala que impactó en la espalda de “Rafita” y le provocó la muerte, el 25 de noviembre en territorio mapuche recuperado de Villa Mascardi. Al negar lo que el peritaje balístico le atribuye de manera “indubitable”, según ya consta en la causa, Pintos no supo explicar por qué faltaban proyectiles en el cargador del arma. Todo indica que el magistrado dio crédito a su versión, y cuando se retiraba los mapuches al ver que salía en libertad arrojaron algunos huevos que impactaron en los escudos de los gendarmes y en las paredes del juzgado.
Su abogado, Fernando Soto, repitió ante ese portal barilochense el argumento del gobierno sobre la incursión armada ocurrida dos días después del desalojo de los mapuches de la Lof Winkul Lafken Mapu: los uniformados, según Soto, “fueron víctimas de una emboscada con armas de fuego”. El defensor del acusado por el asesinato de Nahuel es, además, director de Ordenamiento y Adecuación Normativa de las Fuerzas Policiales y de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación.
La audiencia comenzó poco después de las 10, y fuera del despacho de Villanueva el abogado de la familia del joven mapuche, Marcos Miguel, explicó que la presencia de Pintos ratificaba que se había cumplido la orden del juez, y que pedirían el video para conocer sus dichos, dado que no pudieron participar, junto con su colega Estanislao Cazaux. “Queremos que lo detengan a Pintos y le den perpetua porque él fue quien asesinó a mi hijo Rafa disparándole por la espalda, no queremos que quede libre, el juez y la fiscal van a tener en su cara al asesino ese, tiene que pagar”, dijo en la vereda del juzgado Alejandro Nahuel.
En tanto, la defensa de Fausto Jones Huala y Lautaro González, los dos jóvenes mapuche que bajaron el cuerpo de Nahuel del cerro hasta la ruta mientras agonizaba, impugnaron el peritaje de detección de residuos de arma de fuego ya que se comprobó que las muestras fueron contaminadas en el Centro Atómico Bariloche al momento de su análisis. Y pidieron al juez que dicte el sobreseimiento definitivo de Fausto y Lautaro, imputados del delito de usurpación, “con sólidos argumentos que demuestran su inocencia y haciendo hincapié en la falta de definición de su situación procesal”.