Las ventas de insumos para el sector de la construcción cayeron un 5,4 por ciento en junio frente al mismo mes del año pasado, el primer dato negativo desde febrero de 2017, según el Indice Construya que elaboran las principales empresas del sector. La comparación con mayo arrojó una merma del 9,1, la segunda consecutiva. De todas formas, los primeros seis meses cerraron con una suba del 7,8 por ciento frente al año pasado, gracias al comportamiento del período enero-mayo. El sector de la construcción sería uno de los más perjudicados por la reducción de la obra pública para atender el ajuste fiscal, según lo coordinado por el Gobierno y el FMI.
Previo al pedido de salvataje financiero al Fondo Monetario, el Gobierno ya se había embarcado en la profundización del ajuste fiscal, al anunciar un recorte de 30 mil millones de pesos para este año en partidas vinculadas a la obra pública. La firma del acuerdo con el organismo internacional, que volvió más exigentes las metas de reducción del déficit fiscal, promete profundizar el achique sobre la obra pública. La baja de la obra pública es un componente central de construcción, que como “madre de industrias” difunde su comportamiento al resto de la economía. En consecuencia, se espera que la recesión general tenga como factor central a la construcción.
Por lo pronto, en junio se verificó una baja del 5,4 por ciento, la primera caída interanual del Indice Construya desde febrero de 2017, cuando había bajado un 6,7 por ciento. La comparación frente a mayo arroja una baja del 9,1 por ciento, que se monta sobre la caída del 5 por ciento de mayo frente a abril. El índice mide las ventas de cerámicos, cemento, cal, aceros largos, carpintería, pisos y revestimientos cerámicos, adhesivos, pinturas, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua.