Los siete sindicatos que conforman Gremios Aeronáuticos Unidos declaró el cese de actividades para el próximo viernes 13, “dando inicio a un plan de lucha ante los graves incumplimientos y políticas aplicadas que tornan un futuro incierto para el sector aéreo, degradando la seguridad operativa, poniendo en riesgo a los usuarios y los trabajadores, como así también comprometiendo la fuente laboral y las condiciones básicas de los aeronáuticos”. Los gremios acusaron al Ministerio de Transporte de “haber hecho oídos sordos a los reclamos y decidido dar por tierra con todos los compromisos asumidos”.
El grupo de sindicatos firmantes (APA, APTA, UPSA, UALA; APLA; Atcpea y Atepsa) advierte sobre las consecuencias de la flexibilización en el aerotransporte comercial, principalmente a partir del régimen de acceso de las firmas low cost y de la “apertura masiva e indiscriminada de nuestro mercado aerocomercial”. Entre las críticas que formulan, se señala:
n Se quiere bajar costos sacrificando seguridad aérea, no para beneficiar a los usuarios con vuelos baratos, sino para aumentar la riqueza de los empresarios;
n El daño consumado contra Aerolíneas Argentinas y Austral: la eliminación de la banda mínima tarifaria, la autorización a operar a las megas Low Cost (Jet Smart y Norwegian) y el estatus de favoritismo y privilegio a otras (Flybondi) apuntan a perjudicar a las dos aerolíneas de bandera.
En un documento previo, difundido esta semana y en el que ya se declaraban en estado de alerta y movilización, los siete sindicatos aeronáuticos (de los ocho que representan al sector, sólo se autoexcluyó Aeronavegantes, el de azafatas y demás personal de a bordo) advertían que “si no se solucionan las múltiples y graves deficiencias existentes en nuestro sistema de navegación aérea para que pueda satisfacer el crecimiento de nuestro tránsito aéreo (promovido por el otorgamiento de cientos de nuevas rutas a operadores locales y extranjeros), su colapso será inevitable, y el costo en vidas y pérdidas materiales, también”.