El flamante titular de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, Julio Borges, dijo al asumir que en los próximos días el Legislativo, de mayoría opositora, declarará el abandono de cargo del presidente venezolano Nicolás Maduro y aseguró que con ello se abren las puertas para que en Venezuela haya elecciones en todos los niveles. El jefe de la bancada chavista del Parlamento de Venezuela, Héctor Rodríguez, criticó la instalación de la nueva directiva bajo el mando de Borges. “Por supuesto que nos negamos a la propuesta que está presentando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se juramenta en una situación de desacato y, por lo tanto, es una directiva ilegal e inconstitucional”, consideró Rodríguez durante su participación en la reunión plenaria. El vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, sostuvo por su parte que el Parlamento no respetó los acuerdos alcanzados en la mesa de diálogo conformada entre la oposición y el gobierno al mantenerse en desacato al Tribunal Supremo, y catalogó de ilegítima a la Cámara luego de que tomara juramento ayer a una nueva directiva.
En su discurso como nuevo presidente de la AN, Borges dijo que “está claro para nosotros que Nicolás Maduro, al abandonar la Constitución, abandonó el cargo. Con esta decisión la Asamblea Nacional abre las puertas para que en Venezuela haya elecciones de gobernadores, alcaldes, presidente de la República ¿y por qué no? reelegir una nueva AN si ese fuera el caso”. El opositor indicó que existen diversos argumentos para declarar el abandono de cargo de Maduro, entre las que señaló que desde el año 2013, hubo más 100.000 venezolanos asesinados, además de que desde ese mismo año, la inflación acumulada –aseguró– es de 4.200 por ciento, y se produjo la pérdida de más de un millón de empleos durante el año pasado.
Durante su discurso, Borges señaló que el Legislativo atraviesa una época de grandes dificultades y que vive un momento injusto y vergonzoso. El diputado también se dirigió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para enviarle un mensaje y recordarle el juramento que tiene con la ciudadanía “porque hoy Dios y la patria se lo demandan”, que sean garantes de la Constitución.
Borges no dijo si la oposición seguirá impulsando el referendo, suspendido en octubre por el poder electoral. Sólo insistió en la urgencia de elecciones. “Así como la democracia no es sólo votar, no hay democracia sin voto’’, dijo también ambiguamente el ex candidato presidencial Henrique Capriles, copartidario de Borges. Por ley, si Maduro hubiera perdido el referendo en 2016, debían convocarse elecciones presidenciales, pero después del 10 de enero –cuando cumple cuatro años de mandato– sólo sería reemplazado por su vicepresidente para completar el período que concluye a inicios de 2019.
En opinión del diputado Rodríguez, 2016 fue un año negativo para la Asamblea Nacional (AN) debido a que, entre otras cosas, la oposición arrancó su gestión en el Legislativo con la principal promesa de salir del Gobierno bolivariano en seis meses y no lo logró. “Ha pasado un año y aquí sigue el Gobierno bolivariano, sigue el presidente Nicolás Maduro que ayer nombró nuevo gabinete”, resaltó Rodríguez. Por su parte, el diputado chavista Pedro Carreño aseguró en la Cámara que en Venezuela no hay una crisis de poderes, sino un poder en crisis que es el Poder Legislativo. Carreño sugirió al presidente de la AN que se mire en el espejo de la nefasta gestión de Henry Ramos Allup, presidente saliente de la Cámara, que, a su juicio, se puso de espalda al pueblo.
Por su parte, el parlamentario chavista Víctor Clark criticó la eficiencia legislativa del Parlamento, dominado por la oposición, al señalar que de 15 leyes aprobadas durante su primer año de gestión, sólo una puede tener vigencia y constitucionalidad. Maduro manifestó anteayer que es una realidad constitucional que la Cámara está rumbo a la autodisolución y a la convocatoria de nuevas elecciones. El mandatario aseguró además que Julio Borges se comprometió con él a cumplir con todas las iniciativas de diálogo.
El Parlamento venezolano se declaró en desacato ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) el 6 de septiembre, después de que este declarara la nulidad de todos los actos legislativos pues la Cámara no cumplió una sentencia anterior que ordenaba la suspensión cautelar de cuatro diputados del estado Amazonas por supuestas irregularidades en su elección.
Una vez iniciada la mesa de diálogo entre gobierno y oposición a fines de octubre, los dos sectores políticos lograron acuerdos entre los que destaca que el Parlamento desincorpore a los diputados de Amazonas. Tras esa decisión, los parlamentarios solicitaron no ser incorporados a la directiva de la AN, pero el TSJ pidió que le fuese notificada la acción por escrito.
En ese sentido, los oficialistas sostienen que los diputados no han sido separados y el mandatario venezolano dijo que espera que la AN cumpla con los acuerdos de la mesa de diálogo antes de que sea demasiado tarde.
En ese contexto, el vicepresidente Tareck El Aissami, designado en ese cargo esta semana por el presidente Nicolás Maduro, señaló que la ilegítima Asamblea, de mayoría opositora, amenaza la paz del país caribeño y que desde allí se pretende “imponer el discurso de odio e irrespeto a la Constitución”.
Sobre la posibilidad de un nuevo diálogo entre las partes, para el próximo 13 de enero está prevista una reunión, pero la oposición manifestó que no existen condiciones para retomar las conversaciones y pidió verificar el incumplimiento del gobierno con los acuerdos suscriptos.