El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, se presentó el 27 de junio pasado en la Cámara de Senadores para presentar su informe mensual. Volvió a criticar la “pesada herencia” y la zoncera de la falta de energía recibida, aunque no exista un solo dato –siquiera oficial– que así lo demuestre. Volvió a circunscribir la salud del sistema energético a su capacidad de exportación, en lugar de analizar lo sucedido con los millones de usuarios de servicios públicos. Había que hacer lo que se hizo porque se regalaba la energía. De las exorbitantes ganancias, el impacto de la dolarización y la distribución de dividendos apropiados por no más de 50 empresarios y directivos, el funcionario prefirió no mencionar una letra. Por boca de Peña (de Macri), se expresan el puñado de empresas socias y amigas del Poder Ejecutivo artífices de la estafa del tarifazo.
En 2017, las ganancias sumadas de las energéticas de Caputo (Central Puerto) y Mindlin (Pampa Energía) alcanzaron unos 9076 millones de pesos. De acuerdo a los propios datos suministrados por Peña en su última exposición en la Cámara de Diputados, las distribuidoras y las transportistas de gas se alzaron con 8600 millones de pesos el mismo año, esto es, 717 millones de pesos de ganancia mensuales. Las distribuidoras de Caputo ( Gas del Centro y Gas Cuyana) informaron ganancias por 1358 millones de pesos el año pasado. De ese monto, sus respectivas asambleas de accionistas decidieron destinar a dividendos 1310 millones, equivalente al 96 por ciento de las ganancias.
Hay datos adicionales sobre las ganancias y dividendos de algunas de estas empresas para el ejercicio enero–marzo 2018: 1) la energética de Caputo ganó 7500 millones y duplicó ganancias de 2017; 2) la energética de Mindlin ganó 3853, un 68 por ciento de lo ganado en 2017; 3) entre ambas, ganaron 11.355 millones de pesos en el primer trimestre, un 25 por ciento más que en todo 2017; 4) las distribuidoras de gas de Caputo contabilizaron un 14.739 por ciento de mejora interanual; 5) TGS (Mindlin) ganó 1734 millones de pesos, 62 por ciento lo ganado en 2017.
Ahora, algunos interrogantes claves. De las ganancias de 2017, ¿cuánto distribuyeron las empresas en concepto de dividendos?; ¿qué monto de lo distribuido se pagó en dólares y fue depositado a los accionistas fuera del país?; ¿de esas ganancias, qué aporte (medido en pesos y porcentaje) se explica como consecuencia de las variaciones en las tasas de cambio promedio entre ejercicios, a su vez producto de la fijación de las tarifas en dólares?. De las ganancias del primer trimestre de 2018, ¿cuánto fue a dividendos o destinado a reserva para futuro pago de dividendos?; ¿cuánto explica la devaluación?; ¿y de las ganancias de las productoras en 2017 y su variación respecto de 2016?; ¿y de los dividendos sobre esas ganancias? Lo mismo vale para el primer trimestre de 2018. Peña señaló en su Informe 110 a Diputados que “respecto a la distribución de dividendos, y de giros específicos de dinero al exterior, no existe en el Ministerio de Energía y Minería un seguimiento de dichas actividades”. ¿Siguen sin seguir estas actividades? El Enargas, que es quien autoriza la distribución de dividendos, ¿tampoco lo hace?
Resulta determinante conocer detalles de las ganancias, el impacto de la dolarización/devaluación en ellas, y la distribución de dividendos de cada una de las empresas intervinientes en los segmentos del sistema gasífero nacional. ¿Por qué? Porque muy probablemente que se venga una “venta” de empresarios “sacrificados” en aras del bien común.
Es oportuno recordar la definición de uno de los economistas de Fiel respecto de la política tarifaria del macrismo entre 2016 y 2017: “Primero reconocer que esta es una operación de transferencia colosal de ingresos desde la demanda, equivalente a 5 puntos del PIB, la mitad sobre las familias”. De esa operación de transferencia, según estimó en 16.500 millones de dólares, la mitad (8250 millones) fueron puestos directamente por las familias argentinas
* Director general del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec).