El presidente de Estados Unidos, Donald Trump (foto), arremetió ayer, una vez más, contra dos de los diarios más prestigiosos del país, el The New York Times y The Washington Post, a los que auguró un futuro negro al opinar que en el plazo de siete años habrán dejado de existir. “Twitter se está librando de las cuentas falsas a un ritmo de récord. ¿Incluirán al fracasado New York Times, y al aparato propagandístico de Amazon, el Washington Post, que cita constantemente a fuentes anónimas que, en mi opinión, no existen?”, se preguntaba ayer Trump en su cuenta personal de Twitter. En ese mismo mensaje, el mandatario consideraba que, a pesar de ser dos de los medios más respetados y de mayor tirada del país, ambos habrán echado el cierre en pocos años. “¡Ambos habrán cerrado en siete años!”, pronosticó Trump.
Con estas palabras, el presidente volvía a atacar al cuarto poder, con el que mantiene una tensa relación desde que se mudó a la Casa Blanca ya que, según suele decir, a excepción de la cadena Fox News, los principales medios de comunicación se dedican a difundir noticias falsas (Fake News), principalmente contra su Ejecutivo. Sorprendentemente, ayer dejó fuera de sus ataques a la cadena CNN, que también suele ser blanco de sus exabruptos.
Con The New York Times, el principal diario de la ciudad de la que procede multimillonario y donde se centra gran parte de su emporio, siempre ha mantenido una tensa relación por considerar que este periódico solo refleja las mismas ideas liberales que defienden, mayoritariamente, los neoyorquinos. En cuanto al The Washington Post, Trump suele centrar sus críticas en su periodismo de investigación, que muchas veces recurre a fuentes anónimas, y en el hecho de que su propietario sea el multimillonario Jeff Bezos, fundador del gigante Amazon, al que Trump también ataca de forma recurrente.
Sin embargo, más allá de las críticas del presidente estadounidense, el diario emblemático de la capital estadounidense fue galardonado este año con el prestigioso premio Pulitzer, en la categoría de periodismo de investigación, por sus reportajes sobre los vínculos existentes entre la campaña del ahora presidente y el Kremlin.