Marcelo Fuentes, senador del Frente para la Victoria
“Es la restauración conservadora”
El senador neuquino Marcelo Fuentes no suele viajar en vacaciones. Prefiere descansar en su casa de Villa La Angostura, donde recibe a familiares, amigos y aprovecha para leer y pescar en su pequeño bote. El año pasado fue una de las voces más emblemáticas del kirchnerismo en el Senado. Encabezó las críticas contra Mauricio Macri y protagonizó varios cruces, inclusive con aquellos compañeros de bloque más cercanos al gobierno de Cambiemos. Ubicado a unos metros de donde vacaciona el Presidente, Fuentes analiza el primer año de gestión macrista, la situación del PJ y el año electoral que comienza. “Esta es la restauración conservadora. Todas las medidas efectivamente han sido para favorecer sectores concentrados de poder”, asegura en diálogo con PáginaI12.
–Macri se puso un ocho en su primer año de gestión. ¿Qué balance hace usted del año parlamentario?
–Hay dos balances, con respecto al año parlamentario a mí me hubiera gustado una posición opositora más firme por parte del bloque del FpV-PJ. Pero bueno, es un año de aprendizaje en el que nos toca ser bloque opositor. En cuanto a la gestión de Gobierno, es la restauración conservadora. Todas las medidas efectivamente han sido para favorecer sectores concentrados de poder. A veces con una descordinación, donde cada grupo de interés desarrolla una política independiente. Y me temo que el año que viene va a ser peor. Los proyectos de precarización laboral y previsional van con la necesidad de una política creciente de represión. Va a ser un año de conflictividad y de represión.
–¿A qué se refiere con que fue un año de aprendizaje en el bloque de Senadores?
–Primero hubo que procesar la derrota. Segundo, evidentemente, estuvieron las necesidades de las provincias y la zanahoria de la posibilidad de endeudarse. Con el transcurso del tiempo esa política fue marcando sus límites. Ya no solo el endeudamiento que se ha generado es de una magnitud sin precedente en tan breve lapso de tiempo, sino que ni siquiera algunas provincias están en condiciones de conseguir nuevo endeudamiento. Es decir, no es el escenario internacional ni siquiera favorable para eso.
–¿La propuesta de bajar la edad de imputabilidad del macrismo va en línea con esa mayor represión de la que hablaba?
–Esos son los temas que periódicamente se agitan. Es una maniobra tendiente a generar debates que distraigan de lo que es el deterioro creciente de las condiciones de vida. El eje se cambia deliberadamente. Se habla de imputabilidad y no hablamos de formación. No enfocamos el tema el tema de cuál es el análisis y el diagnóstico de las crisis que se transcurren social y culturalmente en esa edad. Se habla de la necesidad de bajar la imputabilidad pero por otro lado se produce un desmantelamiento de las áreas educativas. Como única propuesta lo único que ha hecho este gobierno es venir a hablarnos del “empleo McDonald’s”. Esto sepulta bajo la alfombra la cuestión principal.
–¿Cuál va a ser la agenda del bloque del FpV para el año que comienza?
–En este momento no hay una agenda pero hay datos de la realidad política que van a condicionar el funcionamiento del bloque. Uno es la actitud crítica de numerosos gobernadores que al principio acompañaban algunas medidas del gobierno y hoy se encuentran con las consecuencias de esas medidas sobre las propias economías provinciales. El otro elemento son los procesos en marcha de unificación del PJ. Hemos visto en los últimos días demostraciones de unidad como en la provincia de Buenos Aires. Por otro lado, también comienza a resquebrajarse el acompañamiento a veces cómplice de la CGT. La pérdida de empleo y de poder adquisitivo genera un proceso de presión de las bases y de movilización de la dirigencia, que no va a poder ser tan permisiva con el gobierno nacional. Todos estos elementos van a generar un escenario dentro del bloque. Se tiene discutir con mayor profundidad cuál debe ser su rol.
–A fin del año pasado se produjo una dura discusión por la reforma de Ganancias y algunos senadores plantearon la necesidad de cambiar la conducción. ¿Van a reclamar el reemplazo de Miguel Pichetto?
–No, no. La discusión es sobre el funcionamiento del bloque, fundamentalmente el sistema de información. Hasta ahora nos hemos movido con absoluta libertad y hemos votado conforme a nuestras convicciones. Todavía la etapa de discusión interna tiene mucho para aportar. No creo que sea el momento de provocar ningún tipo de ruptura.
–¿Ve alguna posibilidad de que el reordenamiento del PJ incluya un acercamiento con el sector de Sergio Massa?
–A medida que la crisis se pronuncia el peronismo tiende a definir nuevas estrategias. El desarrollo de la realidad política, no sólo el tema electoral, sino el deterioro creciente de las condiciones de vida de la población tiene que provocar respuesta a una la dirigencia o va a generar una dirigencia que sea apartada en función de las movilizaciones y los reclamos. Aún hoy, con el intento diario de destrucción mediática, nadie puede negar el rol gravitante que tiene hoy la ex presidenta en esta discusión.
–Pero para algunos dirigentes del PJ, Pichetto por ejemplo, la ex presidenta debe dar “un paso al costado” para dar lugar a dirigentes más jóvenes...
–En última instancia eso se va resolviendo sólo. Cristina no ha intervenido en ninguna discusión interna. Es más, ella en ningún momento menciona dirigentes. Además, todo se reformula. Por eso digo que fue muy importante la reunión de Buenos Aires. Porque teóricamente todo venía armado, según las expectativas de algunos, para darle fecha de extinción del kirchnerismo y el apartamiento de un sector. Y ese sector hoy está adentro discutiendo dinámicamente.
–¿Cristina puede ser candidata en Buenos Aires?
–Es muy prematuro todavía hablar de eso. Primero quiero ver la dinámica que toma el año. Hay que ver cómo está el humor popular. La percepción que tiene la gente de la realidad política y el rol de sus dirigentes.