El Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, elogió ayer el desarrollo de Vietnam y lo consideró un ejemplo para Corea del Norte. “A la luz de la alianza y prosperidad que tenemos actualmente con Vietnam, que era inimaginable en otra época, tengo un mensaje para el presidente Kim Jong-un: el presidente Trump cree que su país puede replicar este camino”, dijo Pompeo durante su visita a Hanoi, en un mensaje dirigido al líder norcoreano.
Pompeo se reunirá hoy, en Vietnam, con su homólogo, Pham Binh Minh; el secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, líder de facto del Gobierno, y el primer ministro, Nguyen Xuan Phuc. Algunos analistas creen que Vietnam podría ser una pieza importante en la mediación con Corea del Norte y organizar conversaciones entre Tokio y Pyongyang, dijo el experto Carlyle Thayer, de la universidad de Nueva Gales del Sur en Australia. A pesar de que Estados Unidos y Vietnam se enfrentaron desde 1964 a 1975 en una larga y sangrienta guerra en la que Washington intentaba frenar el avance del comunismo en el país, las relaciones entre ambos países se vienen estrechando en los últimos años. El ex presidente estadounidense Barack Obama hizo esfuerzos por acercar posiciones con el país del sudeste asiático en un intento de hacer frente a las crecientes ambiciones de China en la región. En 2016, el entonces presidente levantó las sanciones armamentísticas contra Vietnam, y, de esta manera, allanó el camino a alcanzar acuerdos entre los dos países.
El jefe de la diplomacia estadounidense llegó ayer a la capital vietnamita, después de una visita de dos días a Corea del Norte y Japón para hablar sobre la desnuclearización. No obstante, tras el encuentro, las reacciones de ambas partes fueron algo contradictorias, ya que Pompeo aseguró que hubo avances, mientras que Pyongyang expresó malestar por la actitud de la delegación estadounidense y aseguró que hizo demandas que calificó de estilo gánster.
“Sé exactamente lo que pasó”, dijo ayer Pompeo desde Tokio, donde se reunió con sus homólogos de Corea del Sur y Japón para informarles de la reunión. “Cuando hablábamos del alcance de la desnuclearización, no hubo réplicas”, aseguró el diplomático. “Si esas exigencias son propias de gánsters, entonces el mundo es un gánster”, sentenció Pompeo, en referencia a la exigencia a Pyongyang de que desmantele sus armas nucleares. Por otro lado, Pompeo restó importancia a las críticas, al alegar que no se puede hacer caso a los comentarios realizados en caliente, y aseguró que durante la visita ambos países discutieron sobre el significado de completa desnuclearización, y que Pyongyang se mostró comprensivo y que entendía que ésta no puede completarse sin verificarla.
Pompeo habló en una rueda de prensa conjunta con el ministro de Exteriores japonés, Taro Kono, y su par surcoreana, Kang Kyung-wha, en la que los tres enfatizaron la necesidad de urgir a Pyongyang a dar pasos concretos hacia el desmantelamiento de sus armas nucleares y acordaron mantener las sanciones económicas de la ONU contra el Estado comunista.
“Podemos reafirmar nuestro firme compromiso con el continuo fortalecimiento de nuestra cooperación trilateral hacia el objetivo común de un desmantelamiento completo, verificable e irreversible de todas las armas nucleares y misiles de Corea del Norte”, dijo Kono en una rueda de prensa conjunta tras el encuentro.
El viaje de Pompeo tenía el objetivo de concretar el compromiso alcanzado entre Trump y el líder norcoreano el 12 de junio en Singapur. Kim se había comprometido a desmantelar su armamento nuclear a cambio de garantías de seguridad y Washington anunció la suspensión de los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur.