“El Gobierno está obsesionado con promover el ingreso de capitales en un contexto global donde la volatilidad financiera es cada vez mayor”, expresó a PáginaI12 el director de la consultora Idear Desarrollo, Matías Kulfas. Para el ex gerente general del Banco Central la eliminación del plazo mínimo de 120 días de permanencia en el país que regía para las inversiones financieras “es la última fase de un proceso de desregulación que deja al país con menos herramientas para defenderse ante shocks externos como salidas masivas de divisas de la región, contagio de crisis o corridas cambiarias”. El economista advierte además que habilitar mecanismos para obtener ganancias financieras de corto plazo atenta contra la llegada de inversiones extranjeras productivas.
Desde la perspectiva de Arnaldo Bocco, director del Observatorio de Deuda Externa de la Universidad Metropolitana de los Trabajadores (ODE-UMET), la medida que da por tierra con las regulaciones contra los flujos especulativos establecidas en 2005 “está en línea con el pensamiento neoliberal más riesgoso”. El economista consideró ante este diario que el avance en el proceso de desregulación en el actual contexto internacional donde los aumentos de las tasas de interés pueden afectar los flujos de capitales hacia los mercados emergentes “representa una forma de rascar la olla que profundiza una situación de fragilidad exhibida por la economía argentina ya que convoca a los especuladores de cortísimo plazo, precisamente algo que intentamos evitar a lo largo de los últimos años”.