En La Rioja, cada 44 horas, una adolescente llega a un hospital con complicaciones por un aborto clandestino. A lo largo de 2016, fueron atendidas con ese cuadro 198 chicas menores de 19 años, el doble que en 2015, cuando fueron 96. Pero tal vez el dato más dramático que revelan las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud de la provincia –a las que tuvo acceso PáginaI12–, es que hubo 31 internaciones por aborto de nenas de entre 10 y 14, y la misma cantidad, por parto. En total, en los últimos cinco años, llegaron con complicaciones por aborto, solo al sector público, 3850 mujeres. En 2016, fueron 840: una internación por aborto por cada 10 nacimientos. “Cuando los funcionarios riojanos dicen que no hay mortalidad por aborto en La Rioja, están ocultando la alta tasa de morbilidad por esta causa, es decir, todas aquellas mujeres, muchas de ellas adolescentes e incluso niñas, que sufren graves secuelas físicas y psíquicas, que pueden llegar a quedar sin útero, con diálisis de por vida o con los pulmones con distintas disfunciones orgánicas, en los casos más graves”, advirtió a PáginaI12 la médica Paula Juárez, especialista en Terapia Intensiva y Obstetricia Crítica del Hospital de la Madre y el Niño, de la capital riojana, donde, todavía sigue trabajando el anestesiólogo Facundo Segovia Barcena, el que anunció por Facebook que si se aprueba la Ley de Interrupción Voluntaria de Embarazo, en su guardia hará legrados sin anestesia, a pesar de que las autoridades sanitarias informaron que lo habían desafectado de ese centro de salud.
Juárez es, además, integrante del Comité de Obstetricia Crítica de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir. En una entrevista con este diario, habló de la doble moral de los médicos en esa provincia y contó que “en el pasado muchos abortos se realizaron dentro del hospital sin que fuesen ingresados a los registros médicos ni de enfermería”.
Tal como informó PáginaI12, La Rioja encabeza el ranking de provincias con tasa más alta de embarazo no intencional en la adolescencia: casi ocho de cada 10 chicas menores de 20 años que se convierten en madres cada año, declararon que no buscaron ni desearon ese embarazo, según las estadísticas oficiales del Sistema Informativo Perinatal. Es decir, apenas el 20 por ciento dice en el post parto que sí, que planificó tener ese bebé. Esta es una de las muestras del fracaso de las políticas públicas de prevención de los embarazos no intencionales en la provincia, donde el 16,8 por ciento de los nacimientos corresponde a madres adolescentes o niñas. La otra muestra son las chicas que llegan a las guardias con complicaciones por abortos.
A pesar de los datos oficiales, el gobernador Sergio Casas, del Frente para la Victoria, prefiere mirar para otro lado. La semana pasada se fotografió con el pañuelo celeste, símbolo antiderecho, expresó su rechazo al proyecto de Ley de IVE y pidió a los senadores que voten en contra. Los tres senadores de la provincia, Inés Olga Brizuela y Doria, el ex ministro de Defensa, Julio Martínez, de Cambiemos, y el peronista Carlos Saúl Menem, ya anunciaron que se oponen a la despenalización y legalización del aborto. Solo uno de los cinco diputados nacionales riojanos apoyó la media sanción.
–¿Por qué dice que una gran parte de los abortos ilegales se hacían en el sistema de salud? –preguntó Página/12 a Juárez.
–Hay hipocresía y negocio. Si esas mujeres que pagaron se animaran a hablar, se echaría luz a ese sistema. Yo misma acompañé a una amiga a un ecografista, ya fallecido, que les daba el diagnóstico de “huevo anembrionado”, es decir, sin embrión, lo cual hace inviable el embarazo y justifica el legrado, para que la obra social se los cubriera en una clínica privada, cuando en realidad se trataba de interrupciones voluntarias de embarazo. Me cuentan enfermeras que médicos que ahora se manifiestan en contra de la legalización del aborto, les han dicho que reciban mujeres sin hacerles historia clínica para practicarles abortos en el sector público.
–¿Llegan casos graves de complicaciones por aborto en la actualidad a los hospitales?
–Los cuadros gravísimos los vemos en Terapia Intensiva. Los abortos incompletos, sin complicaciones, llegan al servicio de Ginecología. En 2014 recuerdo que tratamos a una joven universitaria, de una localidad ubicada a 80 kilómetros de la capital, con un cuadro de sepsis. Estuvo en terapia intensiva con altas dosis de antibiótico varios días. Hemos tenido pacientes que llegan a tener que estar 30 días internadas en Terapia Intensiva, requieren diálisis, múltiples drenajes, a veces la extirpación del útero. Pero cada vez vemos menos de esos cuadros, alrededor de uno por trimestre, porque las mujeres ya aprendieron a ponerse las pastillas de misoprostol y no tienen infecciones, como veíamos antes.
Por esa razón bajaron las muertes por aborto en el país. “Pero todavía se registran casos de morbilidad, es decir, mujeres que quedan con graves secuelas físicas y psíquicas como consecuencia de complicaciones de aborto”, destacó.
Juárez y otras médicas de la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir le pidieron una entrevista a la senadora radical Brizuela y Doria, para darle cuenta de esta realidad, y se encontrarán con ella el próximo viernes.
La médica tiene 46 años y es madre de cuatro hijos. Tiene 18 años de experiencia como terapista. Se formó en Obstetricia Crítica con el especialista José Luis Golubicki, jefe de la Terapia Intensiva de la Maternidad Sardá, de la ciudad de Buenos Aires y actual presidente de la SATI. “Lo contactamos y le pedimos que viniera a La Rioja, a enseñarnos. En aquel momento, 2013, la provincia tenía una de las tasas de mortalidad materna más altas del país. El Hospital de la Madre y el Niño, que se construyó con fondos de Nación, empezó a funcionar sin que las autoridades sanitarias provinciales quisieran habilitar la Terapia Intensiva. Estaba todo el equipamiento pero no querían pagar al personal. Recién en 2013, cuando se murió una mujer con un cuadro grave, que dejó cinco hijos huérfanos, decidieron inaugurarla. Estaban las camas, las sábanas, los monitores, los sensores para pacientes, todo para la terapia intensiva”, recuerda con indignación. Fue durante la gestión del ex gobernador peronista Luis Beder Herrera, actual diputado nacional.