Una pregunta prologa la 29° Muestra Anual de Fotoperiodismo Argentino organizado por ArGra y que hoy a las 18 inaugura en la Casa del Bicentenario: ¿Cómo se recordará el año 2017? La respuesta capaz de clarificar/ resumir/ definir la sucesión de hechos políticos y sociales ocurridos durante ese año (eje de la exhibición) no surge de una sola de las impactantes 167 fotografías que se encuentran expuestas en los dos pisos del edificio de Riobamba 985. Porque la clave no está en la unidad sino en el conjunto.
Santiago Maldonado, ARA San Juan, atril y CGT, rock y Olavarría, fútbol y Emanuel Balbo, gases, escudos y perdigones, docentes y paritarias, marchas contra la reforma previsional, contra el 2x1, multitudes a favor de Ni Una Menos, y decenas de heridos y detenidos ilegales. El orden de los sucesos no altera la memoria. El 2017 es la sumatoria inquietante de hechos que se produjeron a un ritmo vertiginoso. Ese vértigo social está presente en el montaje de esta muestra fotográfica que reúne el trabajo periodístico de reporteros gráficos (espontáneos y profesionales) de todos el país tras una rigurosa selección entre más de 3200 imágenes que realizó un comité editor formado por Julieta De Marziani, Celina Mutti Lovera, Emiliana Miguelez, Fernando Massobrio y Martín Zabala. Esta narrativa visual no es resumen ni balance, sino el testimonio vivo y doloroso de una Argentina en tiempo de crisis. Acaso también el anuncio de los tiempos que vendrán.
¿Cómo se recordará el 2017? La pregunta lanzada por el escritor Pablo Waisberg en el texto de apertura vuelve a formularse al detenerse en cada uno de los rostros, gestos, miradas y cuerpos de los miles de hombres y mujeres fotografiados que protagonizaron hechos claves de ese año. Una primera conclusión: todas las imágenes expuestas revelan la ausencia de diálogo y de consenso, cada una de ellas expone con crudeza el intento del Estado por hacer callar las voces de los que reclaman.
Antes de la apertura de la muestra –que podrá ser visitada hasta el 12 de agosto– un grupo de reporteros gráficos entre los que se encontraban Nicolás Stulberg (Infobae), Dolores Ripoll (El Día), Luciana Granovsky, Carlos Brigo, Florencia Downes, Fer Herms, Paula Ribas (Télam), Maxi Ferraza (Gente), Pablo Cuarterolo (Perfil), Juan Manuel Floglia (Clarín), Hernán Nersesian (Crónica), Guadalupe Lombardo y Leandro Teysseire (PáginaI12), Sebastián Pani, Vera Rosemberg y Federico Cosso (freelance), conversó con este diario no sólo sobre el material expuesto, también sobre la situación que atraviesan los fotógrafos de prensa asociados a ArGra desde hace dos años y medio: despidos, desprotección, persecución y avasallamiento de sus derechos.
* Oscuridad. Con esa palabra el fotógrafo Carlos Brigo (uno de los 357 despedidos de Télam) sintetizó 2017: “La tensión social es el reflejo de lo que está pasando en el país desde hace dos años y medio: mucha represión, mucha desazón en la gente, fotos muy oscuras, poca alegría, crisis social. Todo eso está presente en cada imagen. Observo que la prensa corre los mismos riesgos que durante los primeros años de la década del 80, cuando el aparato represivo no estaba desarmado. Creo que ahora se está rearmando y en esta situación nuestro trabajo se vuelve peligroso. Hubo muchos de nuestros compañero heridos, lastimados, presos, detenidos, secuestrados... Se empieza a vivir un clima bastante oscuro”.
* Represión. “Esa es la primera palabra con la que sintetizo el trabajo de los compañeros fotógrafos”, dice Leandro Teysseire: “La violencia represiva está a la vista y las calles fueron el escenario. Fue una constante durante las marchas como las realizadas por Santiago Maldonado hasta las ocurridas durante el debate de la reforma previsional. Hubo muchos fotoperiodistas heridos, colegas de medios alternativos detenidos. La represión pone de manifiesto una violencia por el parte del Estado que no se veía desde hace mucho tiempo. Junto a esta crisis se suma otra: la del achique del mercado laboral, donde cada vez hay más fotógrafos precarizados. Acá están todas las miradas, los estilos y los conceptos sobre la fotografía periodística, y se expone acá porque el espíritu federal de ArGra es precisamente la variedad”.
* Dramático. Ese fue el término por el que optó Paula Ribas: “La fotografías periodísticas expuestas son el testimonio de la violencia recrudecida por las políticas de Estado. Esa violencia hizo que las personas salieran a las calles a manifestarse y, con el correr de las protestas, eso terminó en un cuadro dramático. Aquí están las fotos. En ese escenario también hirieron a la prensa, la encarcelaron. Es algo inaudito teniendo en cuenta que nuestro laburo es cubrir los acontecimientos. A esa realidad se le agrega otra: cada vez hay más periodistas free lance, lo que significa que es mayor el grado de exposición a los que estamos expuestos desde el punto de vista de la integridad física y de nuestro equipo de trabajo. El amedrentamiento policial nos ha quitado la verdadera alegría de levantarse cada día y salir a trabajar”.
* Incertidumbre. Así tituló Sebastián Pani lo que ocurrió en 2017: “Nadie sabe qué pasará ante una protesta social, ni los manifestantes ni los que trabajamos en prensa. Sufrimos una desprotección absoluta, sobre todo los que no estamos cubriendo la noticia para algún medio específico. El año pasado fue el ancla desde el Estado para marcar la cancha. A partir de ese momento, el gobierno empezó a jugar sus fichas, y hoy sabemos que esas fichas las van a redoblar. Esta compleja situación, desde el grupo observador, desde la mirada de los fotógrafos, indudablemente está plasmada en esta muestra”.
* Tensión. Para Pablo Cuarteloro, el año pasado arrancó con una escena de máxima tensión, que se vivió cuando se copó el atril en un acto de la CGT. “De ahí en adelante, todo nuestro trabajo fue poner el cuerpo en situaciones de riesgo. La muestra revela la fricción social que vivimos y, al mismo tiempo, augura un horizonte para nada claro. Acá, desde el punto de vista periodístico hay noticias fuertes, pero todas están atravesadas por una carga negativa significativa para la sociedad. Y en ese escenario crítico estamos trabajando los reporteros gráficos argentinos”.