El legislador porteño del Bloque Peronista Claudio Heredia, que trabaja desde hace años sobre la problemática que genera el desecho de pilas, aseguró que la nueva ley sancionada ayer en la Legislatura porteña “es un cambio de paradigma”, aunque reconoció que esta nueva norma por ahora sólo se limita a hablar de lo que no hay que hacer y subrayó que falta se empiece avanzar sobre “lo que hay que hacer”.
–¿Y qué dice la ley sobre qué se hace con las pilas?
–La ley le exige a los importadores un Plan de Gestión Ambiental en el que tiene que cumplir requisitos mínimos, como tener las pilas acumuladas en contenedores de disposición final, entonces tienen que empezar a pensar un plan de recuperación. Hoy no se está hablando de lo que hay que hacer con la pila, sino del manejo de lo que no hay que hacer. El espíritu de la ley es que la pila tiene que tener un tratamiento especial como residuo peligroso y como tal los importadores, los distribuidores y los comerciantes tienen que disponer de alguna forma en el plan de manejo que se va a presentar al Ejecutivo, que haya una clara participación e información y toma de conciencia de la sociedad de a dónde se van a disponer las pilas, que en el traslado sea considerado como un residuo peligroso y que en la disposición final no se la lleve ni a una planta para quema ni se la entierre. Van a acumularlas y en base al Plan de Gestión Ambiental que presenten los importadores, el Estado deberá cumplir el rol de aceptar o no ese plan de disposición final de la pila.
–¿Usted ve una solución en esta ley sobre qué hacer con las pilas?
–Esto es un punto de partida, que es perfectible absolutamente. Queremos un control del Estado, queremos que el Estado sea riguroso con todas las líneas porque antes al único que se controlaba era al kiosquero. Queremos que se controle con mucho más rigor al que mete la pila en el mercado. Ese es el que tiene que financiar, trabajar y gestionar un plan de gestión de qué se hace con la pila en disposición final que pusieron en el mercado.
–¿Qué destaca de esta ley?
–Un punto muy interesante es la presentación anual ante la Autoridad de Gestión de un informe referido a la implementación del Plan de Gestión Ambiental de las pilas en desuso. La idea es que ese informe vaya a la Autoridad de Aplicación y que se lo presente en la Legislatura, con lo cual nosotros también en un futuro vamos a poder opinar y ver de qué forma se está llevando adelante este plan de pilas. Pero sobre todo, los puntos clave son que la pila tenga una disposición final como residuo peligroso, que no se la queme ni se la entierre, al menos ese es el espíritu final de nuestra ley.
–¿Por qué ahora el Ejecutivo propuso un proyecto sobre el tratamiento de las pilas?
–Como hace muy poco se votó una modificación a la ley de basura cero, que instala el tema de la incineración, imagino que el espíritu de la ley del Ejecutivo tiene que ver justamente con lo que dice el artículo primero, que es considerarlo como residuo sólido urbano sujeto a un manejo especial.
–¿Usted ya había presentado un proyecto?
–Con los compañeros del bloque peronista habíamos presentado un proyecto de mi autoría que venimos trabajando desde 2015 y fue presentado a principios de 2017. El proyecto proponía incorporar a la pila a la Ley 2214, como residuo peligroso. Además del tratamiento de disposición final, el control sobre los importadores, los usuarios y varios puntos importantes más. Siempre desde una situación perfectible y tratando de generar conciencia de lo que tiene que ver con la pila en desuso, la disposición final y la contaminación que puede llevar adelante, una pila tanto enterrada como en este caso desde la modificación de la ley basura cero, incinerada. Con la situación de hoy me parece que es un buen momento para empezar a hablar de este tema cuando desde hace años que no se habla de qué hacer con estas pilas. Habiendo una ley que permite la incineración es muy importante y acertado hablar de que la pila en una situación de disposición final como incineración o termovalorización, como lo han planteado ellos, obviamente contaminaría en la quema más allá de lo que hace una pila en una disposición final enterrada o en las napas en el agua.
–¿Y cómo se trabajó con el proyecto que presentó el Ejecutivo?
–La cabecera es el que ha presentado el Bloque Peronista. Hemos planteado un montón de aspectos e incorporaciones a lo que tiene que ver con este manejo especial que deberían tener la pila, sobre todo que sea tratada como un residuo peligroso, algo que nos va a garantizar que esa pila no va a ir a la quema, que la información a los consumidores va a ser de acceso público, que las funciones de los requisitos mínimos establecidos en la ley van a tener que ser analizados por la Autoridad de Aplicación, que la evaluación de los planes de gestión que presenten los importadores, realmente sean controlados por el Estado, cosa que hoy falta.