Miles de personas se manifestaron ayer en la capital de Nicaragua contra el gobierno del presidente Daniel Ortega. Bajo una lluvia intensa, los manifestantes recorrieron de forma pacífica más de cinco kilómetros entre la rotonda Cristo Rey y la rotonda Jean Paul Genie, en la zona oriental de Managua, en la marcha denominada “Juntos somos un volcán”.
“Ni un paso atrás”, “justicia”, “el pueblo unido jamás será vencido”, coreaban los manifestantes, que formaron una enorme mancha azul y blanco, colores de la bandera nacional. Otros gritaban “de que se van, se van”, en alusión a Ortega y a su esposa, Rosario Murillo.
En la protesta participó también una numerosa delegación del movimiento “Madres de abril”, que agrupa a familiares de cientos de jóvenes muertos desde el pasado 18 de abril, cuando se produjo la primera protesta que detonó la actual crisis política.
“Nicaragua vive un estado de excepción, con paramilitares que impunemente recorren el país en caravanas de la muerte. Exigimos el cese de la represión, queremos justicia y democracia”, dijo en un discurso la abogada Azahálea Solís, dirigente de la opositora Alianza Cívica, que convocó a la movilización.
Ortega afronta las peores protestas desde que regresó al poder en 2007, tras el estallido del descontento social con una reforma al sistema de pensiones, que derivó en una demanda para su salida del gobierno tras la acción represiva a manifestantes. La oposición acusa al mandatario por los al menos 351 muertos y más de 2.100 heridos en menos de tres meses, según el último informe de la ONG Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos. El gobierno reconoce solamente 49 muertos.
Los manifestantes marcharon pese a que tres grandes protestas opositoras realizadas en Managua (30 de mayo, 30 de junio y 1 de julio) fueron atacadas a tiros por fuerzas paramilitares, que causaron numerosos muertos y heridos. La Alianza Cívica reiteró su convocatoria a un paro nacional hoy y una caravana (marcha de vehículos) en varias ciudades del país mañana.
Por su parte, el gobierno de Nicaragua llamó ayer a los trabajadores del Estado y a sus simpatizantes a conmemorar el 39 aniversario del llamado repliegue táctico a Masaya hoy. La invitación del gobierno dice que la conmemorarán con “una caravana masiva de motocicletas, automóviles, camionetas y camiones, llenos de alegría, convicción y mística revolucionaria”.
La celebración de la fiesta sandinista, que incluye un recorrido desde Managua hasta la ciudad Masaya, declarada “territorio libre del dictador” por sus habitantes, coincidirá con el paro nacional de 24 horas convocado como una forma de presión para exigir al presidente Ortega una “respuesta sobre el adelanto de elecciones”.
Ortega encabezará la celebración del 39 aniversario del repliegue táctico que los guerrilleros sandinistas realizaron hacia Masaya antes de derrocar al gobierno de Anastasio Somoza Debayle, informó el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) informó a sus secretarios políticos. La movilización partirá hacia las 10.00 hora local desde la Plaza de las Victorias, en el centro de Managua, y se dirigirá a Masaya.
En la invitación, el Ejecutivo pide a los secretarios políticos departamentales, municipales y de distritos “garantizar desde ya, la participación de todos los compañeros motorizados y vehículos existentes en nuestros distritos y municipios, y a toda nuestra militancia desde cada barrio, cada cuadra, cada casa”.
Esa caminata, de unos 30 kilómetros, va desde Managua hasta la comunidad indígena de Monimbá, en Masaya, donde los pobladores que se mantienen atrincherados en barricadas han prometido no dejar entrar al mandatario, a quien tildan de “dictador”.
Tanto la iglesia Católica como organizaciones de derechos humanos, empresarios, productores, y otros sectores de la población de Nicaragua han pedido a Ortega no celebrar el repliegue, porque consideran que agravaría la crisis.