Desde Londres
Con su característico paso de elefante en un bazar, Donald Trump está destruyendo todo lo que encuentra a su paso en el Reino Unido. En una entrevista publicada este viernes con el tabloide “The Sun”, el presidente estadounidense desarmó la endeble tregua sobre el Brexit que la primera ministra Theresa May había alcanzado con la publicación ayer del "White Paper" gubernamental sobre la separación con Europa.
Trump dijo que el "White Paper" destruiría probablemente toda posibilidad de acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y el Reino Unido, munición perfecta contra este precario acuerdo entre Brexit duro y suave que había presentado el gobierno de cara a la fase definitoria sobre las negociaciones con la Unión Europea (UE).
El presidente estadounidense no se privó de elogiar al hoy ex canciller británico Boris Johnson, que renunció el lunes en protesta por el "White Paper". Trump vaticinó que Johnson sería un “excelente primer ministro” y criticó duramente al alcalde laborista de Londres de origen musumlmán, Sadiq Khan, por la política inmigratoria y antiterrorista.
Con las manifestaciones de repudio a la visita más importante desde la guerra contra Irak en marcha y un globo inflable sobrevolando el cielo de Londres con la imagen de un bebé Donald Trump con pañales, Theresa May debe estar rezando para que las horas se aceleren y la visita concluya sin más incidentes. El alcalde de Londres autorizó la presencia del bebé Trump inflable en el cielo de Londres, algo que enfureció al presidente estadounidense. “Creo que Khan ha sido un desastre en la lucha contra el terrorismo, contra la delincuencia y el crimen cuando uno ve las cosas horribles que están pasando acá”, dijo Trump.
La batalla entre Trump y Khan comenzó durante la campaña presidencial cuando el entonces candidato a la presidencia prometió que no daría visas a ningún musulmán para ingresar en Estados Unidos, aunque luego aclarara que haría una excepción con Khan. El alcalde contestó que Trump era un ignorante, que no sabía nada de islamismo, que ayudaba a los extremistas y que esperaba que Hillary Clinton ganara la elección.
Con los atentados en Londres en junio del año pasado, siguieron los intercambios con Trump acusando a Khan de minimizar el peligro terrorista. A fines de año el presidente estadounidense dijo que Londres era una “zona de guerra” por la cantidad de acuchillados atendidos diariamente en los hospitales de la capital inglesa.
Con los manifestantes congregándose en distintas partes de la capital para confluir sobre Trafalgar Square, con la policía en estado de alerta y los francos suspendidos, Theresa May se reúne al mediodía de Londres con Trump. El presidente estadounidense tomará el te por la tarde en el Castillo de Windsor con la Reina Isabel, ya lejos de la capital inglesa. Finalizado el te (seguramente con tradicionales scones), Trump viajará a Escocia donde practicará golf en un sitio de su propiedad. Ahí lo espera una buena noticia. A diferencia de Londres, las autoridades escocesas no permitieron que un bebé Trump inflable sobrevolara su visita.