En épocas en las que todo es efímero, ellos tienen algo para presumir. Y mucho. Porque de su cabeza, y de su talento, salió un trabajo que pueden apreciar en cualquier parte del mundo. Ellos no son tatuadores. Aunque dejan una huella. Su marca se advierte en otros guiños. Se trata de los encargados de diseñar los modelos que hizo Adidas para este Mundial de Rusia 2018. Los que inundan las calles de Moscú, San Petersburgo, Kazán y de cada lugar inhóspito de un país que vio cómo su trabajo le puso más color a un Mundial con mucho color. Ellos son Oli Nicklisch y Jürgen Rank, los hombres que diseñaron alguna de las camisetas que seguramente tengas en tu colección.
Ya en el predio de Adidas, esa marca mundialmente conocida por la ser la “dueña” de las tres tiras. Pero pocos saben que esas tres tiras eran la imagen de Karhu, una empresa finlandesa de productos deportivos que le vendió a Adolf Dassler (uno de los fundadores) el derecho a usar sus productos con las tres tiras que se harían tan mundialmente famosas por solo unos 1600 euros de la actualidad, y dos botellas de whisky…
En el corazón de Herzogenaurach, esa ciudad que se divide por la gente que trabaja en Adidas y la que trabaja en Puma están estos dos hombres que dicen no ser consciente de lo difícil de su tarea. Porque tener contentos a más de cuarenta millones de argentinos con cada diseño de su camiseta es algo muy complejo.
Con una visita guiada se logra advertir las arterias del corazón creativo de la marca alemana. Primero los botines, después la pelota, hasta llegar al fetiche de casi todos los fanáticos del fútbol: las camisetas.
Hay que esperar detrás de una puerta que tiene pegado un “A7” en el centro. No se puede acceder con facilidad, hay que esperar a un empleado que tenga la clave para abrir esa bendita puerta. Es que ahí adentro hay muchos de los secretos. Aparece un alemán casi pelado que recibe a Enganche y que luce la camiseta verde de su selección. Esa que muchos han elegido como la más linda en Rusia 2018. En la espalda tiene su nombre, no el de un jugador, porque “quiero que mi obra tenga mi nombre, al menos la mía”, se justifica Jürgen Rank y se ríe el hombre que en el organigrama de la empresa tiene el cargo de Senior Design Director.
Al lado suyo está Oli Nicklisch, Director de productos de Fútbol, quien (vestido con la suplente de Japón) es el que arranca la charla formal diciendo que para la marca es una Copa del Mundo especial porque dieron grandes pasos vanguardistas. Pero es Jürgen el que empieza a contar detalles de una colección de camisetas que les dio una gran satisfacción... Y se animó a tirar un chiste, que a pesar de serlo, dejó bien en claro lo importante que es para él el diseño. “Prefiero que mi país no gane nuevamente el Mundial. Sé que parecerá raro para todos ustedes que sueñan con ver a sus equipos levantando la Copa, pero tengo una razón más que valedera para eso. Si Alemania gana su quinta estrella (lo que representa la cantidad de títulos mundiales) eso sería un gran problema de diseño”, dijo completamente en serio.
Una de las principales novedades de diseño las tuvo Argentina. Es que por primera vez en su historia la camiseta suplente no fue azul, sino que fue completamente negra. Todo ese proceso de convencimiento tiene una historia aparte que vale la pena ser contada. “Nosotros siempre tratamos de presentar varias novedades con relación a las camisetas de las selecciones en la previa de la Copa del Mundo. Y Argentina es una Federación muy tradicionalista. Era imposible pensar en que podía tener una camiseta titular sin los bastones blancos y celestes, y hasta este Mundial siempre quiso que las alternativas sean o azules o blancas. Pero en esta oportunidad le llevamos varias ideas creativas y después de muchas charlas accedieron a cambiar el color de su camiseta suplente”, cuenta orgulloso un hombre que tuvo que cruzar el Atlántico varias veces para contarle a los dirigentes de la AFA cuáles eran sus intenciones para revolucionar el mercado.
Pero no sólo a los dirigentes tuvo que preguntarles qué le parecían sus ideas. Después de hablar con los encargados de Adidas Argentina fue a ver partidos de fútbol, a conocer lugares tradicionales, para saber un poco más de la cultura en celeste y blanco. Fue a varias canchas, y habló con todos. Y cuando se asegura que habló con todos es porque de verdad lo hizo. “Traté de sacar la mayor información posible a todos los que me cruzaba. Investigué sobre los mayores coleccionistas de camisetas del país y fui a visitarlos para consultarles cuáles eran los diseños que los habían identificado más con lo que sienten por su país. En la AFA hablé con los dirigentes y hasta con el utilero para que me diga qué le parecían los últimos diseños que habíamos hecho y qué debíamos mejorar en la realización. Sus aportes fueron muy útiles para ambos diseños”, aseguró. Y siguió: “Hemos hablado hasta con varios de los jugadores. En uno de los viajes hablamos con Mascherano y Di María y nos dieron sus puntos de vista. Nos hemos vistos muy enriquecidos por sus consejos”.
Toda la recopilación de material hizo que se decidiera por ser vanguardista y elegir un fondo negro y una bandera albiceleste formada por tres tiras en ambos costados de la camiseta al estilo Italia’90, que fue la base de todos los diseños de Rusia 2018. Rank está muy satisfecho con su diseño: “Es uno de los away (visitante) que más me gusta. Le pudimos dar innovación y respetar lo que Argentina significa. Me la pondría para salir a tomar algo”. De la titular, se puede contar que se trata de un homenaje a la casaca que la Selección utilizó en la Copa América de 1993 (el último título en Mayores), solo tiene elogios porque haber podido meter un poco de innovación en las bandas celestes y blancas es un paso gigante en el diseño. “Siempre que queríamos hacer algo nuevo, recibíamos negativas, pero esta vez creo que hemos hecho el mejor diseño desde que estamos asociados con Argentina”.
La charla sigue y el experto en diseño continúa hablando con los ojos vidriosos. Llenos de una alegría que tiene todo aquel que está orgulloso con su trabajo. En la habitación está quizá una de las camisetas más icónicas de la historia de los Mundiales: la de Alemania en 1990. Esa que usó para consagrarse campeón del mundo arruinándole el bicampeonato a Maradona y a todos los argentinos.
Jürgen agarra una original de 1990 y la que Alemania utilizó en 2018 y se las queda viendo mientras le preguntan. “¿Sabés qué siento cuando me pongo a diseñar una camiseta? Que le estoy haciendo la bandera de un país por el próximo tiempo. Y eso me da mucho orgullo”.