¿Qué es la realidad en Salta?
En estos días de Julio del año 2018 algo extraordinario ha sucedido. Personas relacionadas con la cultura iniciamos un grupo de WhatsApp para hacer público nuestro disentimiento con lo que expresaban algunos funcionarios. Queríamos hacer una foto de unas 10 personas, y publicarla, manifestando nuestro apoyo a la Ley IVE.
En Salta, el miedo a ser ridiculizado o degradado socialmente, impuso silencio sobre muchas cosas dolorosas, desde hace décadas. En pocos días el grupo de WhatsApp fue multitudinario. Y sigue creciendo. Nuestros teléfonos no paran. Cada vez que suena, una persona, con su nombre y apellido, pide ser visibilizado. Hemos decidido, entonces, públicamente, afirmar la diversidad de pensamiento que ha habido siempre en nuestra provincia y que lamentablemente cierta parte de nuestra sociedad, asociada al poder, se empeña en negar.
En este grupo no estamos todos de acuerdo en todo. Hay personas que pertenecen a organizaciones políticas con su particular mirada sobre algunas cuestiones, hay católicos, hay agnósticos, hay judíos, hay gays, lesbianas, trans, travestis, hay quienes están pensando todavía con qué palabras definirse, hay quienes han inventado un lenguaje que se resiste a las determinaciones, hay quienes no podemos todavía hablar con ese lenguaje. Hay gente de la cultura, de la ciencia, de las humanidades, hay médicos, estudiantes, hay de todo. Eso nos hace extraordinariamente fuertes.
No estamos invocando una esencia salteña. Esa fantasía colonial blanca y católica, nunca se pudo cumplir en un territorio que hoy tiene 400 comunidades indígenas reconocidas, con más de 10 lenguas y dialectos, además del castellano. En un territorio que va de las alturas andinas a las llanuras chaqueñas, del desierto a los humedales. Poblado por gente que no restringe su deseo a un modelo sexual binario, pero que tampoco lo combate. Que piensa lo femenino y lo masculino como construcciones culturales sobre las que siempre se puede volver a revisar y hacer cambios. Y que considera que la única tradición que hay que mantener es la del cambio permanente, para no excluir a nadie. En este territorio donde hemos marcado los límites de nuestra provincia nunca existió la homogeneidad. Tampoco la igualdad, dado que siempre ha habido unos con más derechos que otros.
Muchos de nosotros nos hemos sentido incómodos con los dichos totalizantes de la Vicepresidenta, de nuestro Gobernador, de nuestros propios Diputados, y tememos que algunos Senadores, el 8 de Agosto, cometan el mismo error: no representar la diversidad que habita en este territorio que amamos, esta diversidad que amamos. Hay tristísimas estadísticas que indican que en este mismo territorio las mujeres, los trans, las travestis, las lesbianas, las niñas, las adolescentes, las indígenas, sin con estas palabras pretender nombrar a todas las víctimas, están constantemente en peligro de abusos de poder e incluso de muerte. Subestimadas, subestimados, subestimadxs, por una parte de la sociedad que quiere ser el reflejo único de nuestra cultura. Creemos que el debate sobre la legalización del aborto ha abierto un tiempo para indagar más profundamente en lo que pasa en Salta. Cuando se discute si una persona gestante tiene o no derecho a decidir, cuando alguien se opone sistemáticamente a eso, es muy difícil no concluir que hay cuerpos que son ciudadanos de segunda categoría, sin pleno derecho. Para defender la forzada homogeneidad, la supuesta salteñidad, se han inventado todo tipo de falacias. Falacias para ocultar un pensamiento dogmático, de valores absolutos. Ocultar la diversidad de lo real requiere de un enorme esfuerzo, muchas veces violento. Vemos crecer la intolerancia y nos preocupa. Nos hemos cansado de ser insultados. Queremos hablar. Todos en este grupo estamos dispuestos a defender los derechos de cualquiera a vivir acorde con sus creencias. Pedimos lo mismo.
El Domingo 15 de Julio a las 15 horas, en múltiples ciudades del país, celebraremos el ser diversos. No vemos ninguna amenaza en eso. Pero además afirmaremos que la Legalización del Aborto es imprescindible para combatir la muerte de personas gestantes, para reconocer derechos, históricamente vulnerados. Aquí estamos, queremos debatir, pero los que defienden la clandestinidad rechazan el debate, se esconden.
Queremos que nuestros funcionarios nos representen. Invitamos a la prensa a que se unan a nosotrxs, para conversar, para permitirnos hacer público todas las cosas que se piensan en esta provincia y se tratan de ocultar.
Lucrecia Martel