Leopoldo Moreau se refirió hoy a la situación de Télam, tras la comparecencia en el Congreso de Hernán Lombardi y el titular de la agencia, Rodolfo Pousá, en el marco de los 357 despidos. “Confirmé mis sospechas: Lombardi y Pousá se autoincriminaron y reconocieron que fue una decisión basada en el revanchismo y la persecución ideológica y sindical”, apuntó el diputado de Unidad Ciudadana.
“Hicieron una masacre laboral”, dijo sobre los despidos. “Si se toma el 40 por ciento del total cesanteado y se lo traslada a cualquier actividad, toma una dimensión extraordinaria”, agregó, al tiempo que habló de “persecución de género” en el caso de las 130 mujeres echadas, de las cuales ocho se ocupaban de políticas de género, “un rubro que creció mucho en los últimos años”. El diputado también recordó que las trabajadoras ya venían con apercibimientos por haber participado de una batucada el 8 de marzo, durante el paro de mujeres.
Además, puntualizó sobre el cierre de corresponsalías, que dejaron sin trabajo a 48 periodistas. “Se nota la discriminación: en el Litoral y la Mesopotamia desarmaron la estructura de Télam en Chaco, Formosa y Misiones, pero dejaron intacta la de Corrientes, donde gobierna Cambiemos”, describió Moreau.
“Fue una persecución selectiva, está clarísimo”, manifestó, al tiempo que celebró las cautelares que benefician a siete despedidos para que sean reincorporados. “Se abre el camino para que vuelvan los 357, el Gobierno apelará, pero es un paso adelante”.
Por otra parte, el diputado de origen radical adelantó que desde la Comisión de Libertad de Expresión que él preside en la Cámara Baja se presentará al relator de Naciones Unidas una demanda contra la administración macrista, y se mostró convencido que de que el Gobierno “será conminado” a retrotraer la situación.
“El Estado incumple con su deber de informar y los directivos no van a trabajar y cobran. Estamos ante un lock-out patronal que es entendible en el ámbito privado, en el público es un delito”, consideró Moreau. “El vaciamiento de agencias, con esto y lo que pasó el año pasado con el cierre de DyN, deja sin información a pequeños medios del interior. Eso es lo que esta gente quiere: que saquen la información de Clarín, tener una agenda y una voz únicas”, opinó, sobre lo que consideró “una grave lesión al ejercicio de la libertad de expresión”.
El legislador nacional indagó en los motivos de los despidos, y aseguró que “los propios funcionarios admitieron que hicieron esto por un núcleo ideologizado dentro de la agencia, lo cual no es un delito”. Recordó que la propia Constitución Nacional y las normas laborales impiden tomar represalias por la pertenencia política y remarcó que Pousá justificó la situación “porque en Télam se adhería a los paros de la CGT y la CTA, cuando el derecho a huelga está contemplado”.
En otro orden, rechazó la acusación contra los trabajadores. “Muchos tienen 10, 15, 20, 30 años de antigüedad, con prestigio, que ingresaron antes siquiera que supiéramos quién era Néstor Kirchner, y aun en ese supuesto no habilita los despidos”. Sacó a colación los dichos de Ricardo Carpena, uno de los directivos, que dijo que la corresponsal cesanteada de La Plata había sido maestra de Máximo Kirchner. “Al rato llegó la desmentida de ella, una profesional con muchas actividades en su vida, y su lo hubiera sido, no tiene nada que ver. Es como querer estigmatizar a la maestra de Antonia Macri”, dijo a la AM 750.
En conclusión, “están enfermos de odio, gobiernan con odio y por eso destruyen todo”. Afirmó que Radio Nacional y la TV Pública cayeron en el rating y que “ahora buscan destruir Télam”. Insistió con que “hay un cuento que no va más con la pesada herencia” y que “la derecha intenta una crisis para justificar el ajuste, como pasó con el golpe de mercado a Alfonsín, que no pudieron hacerle a Cristina”. De cara al futuro, en “una etapa agotada”, lo que se ve es que “la sociedad llega al límite de su paciencia”. Calificó como “avances interesantes” el que no haya prosperado la reforma laboral y que el Gobierno haya pagado costo político por la reforma previsional”. Y afirmó que en 2019 el proceso culminará “con una derrota estrepitosa de este modelo conservador y reaccionario”.