El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ve en la insistencia de las denuncias sobre el hackeo ruso “una caza de brujas política” por parte de sus adversarios. Además, aseguró ayer que el pirateo y divulgación de correos electrónicos de dirigentes políticos no tuvo impacto en el resultado de la elección presidencial de noviembre pasado. Al mismo tiempo, el Congreso de Estados Unidos confirmó el triunfo electoral de Trump.
“China, recientemente, hackeó 20 millones de cuentas. ¿Por qué nadie habla de esto? Esto es un caza de brujas”, dijo Trump en una entrevista telefónica con el diario The New York Times antes de reunirse ayer con los responsables de los servicios de inteligencia para abordar el tema de la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales. “Ellos (los demócratas) fueron derrotados en las elecciones. Gané más condados en las elecciones que Ronald Reagan. Están muy avergonzados por ello. Hasta cierto punto, esto es una caza de brujas. Ellos sólo se enfocan en esto”, añadió el presidente electo.
Trump ha expresado hasta ahora sus dudas de que los rusos estuvieran detrás del hackeo y difusión de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata y de John Podesta, jefe de campaña de su rival Hillary Clinton. Los responsables de inteligencia aseguran que Moscú está detrás del hackeo para tratar de interferir en el resultado de las elecciones del 8 de noviembre.
El presidente Barack Obama ordenó en diciembre un informe sobre los ciberataques rusos, que el mandatario recibió el jueves y que ayer los responsables de inteligencia entregaron a Trump. El presidente electo se reunió en Nueva York con James Clapper, director de inteligencia nacional, James Comey, director del FBI, John Brennan, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y Mike Rogers, jefe de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Trump recordó en su entrevista con The New York Times que los servicios de inteligencia cometieron muchos errores en el pasado y citó como ejemplo el ataque contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre de 2001. El republicano apuntó que se equivocaron cuando dijeron que el entonces presidente de Irak, Saddam Hussein, tenía armas de destrucción masiva, lo que no era cierto. El presidente electo aseguró que está deseando trabajar con los servicios de inteligencia cuando asuma el cargo, el 20 de enero. “Espero tener una muy, muy buena relación ellos”, añadió.
A su vez, Trump calificó como constructiva la reunión que mantuvo con los servicios de inteligencia del gobierno saliente. La reunión se desarrolló en la Torre Trump, donde vive y tiene su cuartel general el presidente electo, y se prolongó por cerca de dos horas, según fuentes oficiales. “Tuve una reunión constructiva con los líderes de la comunidad de inteligencia”, afirmó Trump en un comunicado oficial, y agregó que tiene un “tremendo respeto” por los integrantes de los servicios de inteligencia. La nota, difundida pocos minutos después de que terminara la reunión, sostiene que Rusia, China y otros países, así como distintos grupos y personas, están constantemente intentando violar la infraestructura informática del gobierno de Estados Unidos y de sus instituciones, negocios y organizaciones.
Aun así, añadió: “No hubo absolutamente ningún efecto en el resultado de las elecciones, incluyendo el hecho de que no hubo alteraciones en las máquinas de votación”. Trump expresó la necesidad de que se combatan agresivamente y se paren estos ciberataques, y anticipó que cuando llegue a la Casa Blanca creará un equipo para que le presente en 90 días un plan con el fin de combatir esas prácticas. Por otro lado, Trump pidió ayer en Twitter a los presidentes de los comités de la Cámara de Representantes y del Senado que abran una investigación sobre la filtración de partes del informe de los servicios de inteligencia a la cadena de televisión NBC antes de que él lo lea. “Los métodos, herramientas y tácticas que usamos para mantener protegido a Estados Unidos no deben ser objeto de una discusión pública que beneficiaría a quienes quieren hacernos daño’’, agregó.
Por su parte, el Congreso confirmó ayer el triunfo electoral de Trump en las elecciones presidenciales. Se produjeron protestas de los legisladores demócratas ante el pleno del Congreso, reunido en sesión conjunta y que cumplió con la última formalidad antes de que Trump jure el cargo. “Me opongo porque el pueblo de California está aterrorizado por la intervención de Rusia en las elecciones”, dijo la legisladora demócrata por California Barbara Lee, que siguió protestando a pesar de que su micrófono fue silenciado después de que el vicepresidente, Joe Biden, le negara la posibilidad de pedir la revisión de los resultados. Las quejas de los legisladores se concentraron en los ataques cibernéticos.
Biden, que ejerce como presidente del Senado, rechazó cada uno de los intentos de los legisladores de su partido para invalidar el resultado electoral, citando el reglamento del Congreso que pide que las quejas se presenten por escrito y estén firmadas tanto por un legislador de la Cámara de Representantes como por un senador.