Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Córdoba permanecían ayer en estado de alerta ante el pronóstico de nuevas lluvias para el fin de semana en zonas de estas provincias afectadas por las inundaciones, mientras las autoridades interrumpieron el tránsito vehicular en la autopista Rosario-Santa Fe.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un alerta por precipitaciones desde la noche de ayer y al menos hasta el martes para el norte de la provincia de Buenos Aires, sur y centro de Córdoba, Entre Ríos y sur y centro de Santa Fe, zonas que sufrieron pérdidas económicas cuantiosas por las recientes inundaciones.

“El área de cobertura se encuentra bajo la influencia de una masa de aire cálido, húmedo y muy inestable sobre la cual se desarrollarán tormentas en forma intermitente con mejoramientos temporarios, al menos hasta el martes”, advirtió el comunicado. El organismo sostuvo que esta situación “ocasionará valores de lluvia acumulada que en forma localizada pueden superar los 90 milímetros en el período considerado”.

Ante esta situación, autoridades provinciales y municipales mantuvieron el estado de alerta, en particular en localidades entrerrianas y santafesinas que quedaron anegadas por las inundaciones que provocó el temporal de lluvia y viento intenso que afectó la región en los últimos diez días.

El municipio de Santa Fe informó que por la crecida del río Salado se realizaron tareas de prevención y se prepararon lugares ante la posibilidad de tener que evacuar a familias en las próximas horas.

La Subsecretaría de Recursos Hídricos de Santa Fe reportó ayer que el río Salado midió 9,47 metros a la altura de la localidad de San Justo y 5,15 en Emilia y 5,74 en Recreo, valores todos por encima del nivel de alerta.

El municipio capitalino estimó que con estos niveles de crecida del río es probable que vuelva a anegarse la zona de la Vieja Tablada, por lo que se acondicionó el Polideportivo La Tablada para alojar a las familias que necesiten evacuarse.

En tanto, la Agencia de Seguridad Vial provincial informó también ayer que la autopista Rosario-Santa Fe debió interrumpirse en forma total, en ambas manos, a la altura del kilómetro 103, entre las localidades de Arocena y Coronda, a raíz del desborde del arroyo Colastine. El organismo provincial detalló que como consecuencia de las lluvias intensas registradas en estos últimos días, la ruta nacional 34 también permanece cortada en el kilómetro 158, en el tramo entre ruta nacional 19 y San Martín de las Escobas. También está interrumpido el tránsito entre las localidades de Cañada Rosquín y San Martín de las Escobas.

En Córdoba capital, anoche, un fuerte temporal provocó el anegamiemto de las calles y obligó a evacuar  familias de los barrios del sur. Se teme que el agua siga subiendo en la ciudad.

Por otro lado, seis rutas permanecen con calzada reducida en Jujuy debido al desborde de ríos por el temporal de lluvia que afectó la provincia en la tarde del miércoles. Las precipitaciones, que en el caso de la región de la Quebrada de Humahuaca se iniciaron alrededor de las 15.30, provocaron desbordes de ríos y anegamientos temporales en rutas y calles de distintas ciudades, aunque no hay evacuados.

El temporal ocasionó desprendimientos de un cerro sobre la ruta nacional 9, a la altura de la localidad quebradeña de Maimará, donde se realizaron tareas de limpieza para liberar el barro de la calzada. En tanto, en Palpalá, ubicada a unos 14 kilómetros de la capital jujeña, se rompió un acueducto de gran porte que abastece de agua potable a toda la zona debido a la crecida del arroyo Las Martas.

En tanto, el Comité de Emergencia de Tucumán montó una base operativa en el sur de la provincia para asistir a los damnificados y reparar los daños causados por los fuertes vientos y tormentas que azotaron la zona en las últimas 48 horas. “Nos preocupa toda la gente que fue afectada por el temporal y especialmente la que vive en zonas rurales”, sostuvo el vicegobernador Osvaldo Jaldo, a cargo del Poder Ejecutivo. La base operativa trabaja en las localidades de Villa Quinteros, Río Seco y Huasa Pampa, en el sur de la provincia, informó Jaldo. En estos lugares “tenemos que reconstruir algunas viviendas que se quedaron sin techos producto de los vientos que soplaron a casi 100 kilómetros por hora”, indicó. Y agregó: “Estamos trabajando para llevarles una solución lo antes posible porque cuando una vivienda se queda sin techo se pueden producir otros daños graves”.

Por su parte, Fernando Torres, titular de Defensa Civil de la provincia, contó que también fueron afectados otros departamentos ubicados en el centro sur de Tucumán, como Río Chico, Chicligasta y Simoca, “donde venimos haciendo relevamientos y contención a los ciudadanos atendiendo las primeras necesidades”.

Paralelamente, el delegado de la localidad de Piedritas, en el distrito bonaerense de General Villegas, pidió que se realice “de manera urgente” un canal secundario para derivar una masa de agua que amenaza inundar ese pueblo, mientras se esperan lluvias en la zona para este fin de semana.

El partido de General Villegas está anegado desde octubre último, cuando cayeron 360 milímetros de agua, lo que ocasionó pérdidas en el sector agropecuario y ganadero valuadas en 5000 millones de pesos, y que afectó la red de caminos rurales, dejando con dificultades de acceso a varias localidades.

En el caso de Piedritas, de 4000 habitantes, en lo que va del año recibió 90 milímetros y se inundó la mitad del pueblo, que además se ve amenazado por una gran masa de agua proveniente de otras localidades, cuyo caudal podría incrementarse de empezar a recibir agua desde Córdoba. “Los desagües de Piedritas están colapsados, lo mismo que un reservorio de agua que tiene la localidad, que ya no puede contener más agua”, precisó el delegado del pueblo, José María García. El funcionario advirtió que además “amenaza al pueblo una masa de agua, una laguna que abarcaba 30 hectáreas y hoy ya tiene una extensión de 2000 hectáreas”.