Desde Nueva York
De una remota esperanza a llegar a ser una estrella política en ascenso, Alexandria Ocasio-Cortez tuvo algunas semanas duras. Pero tiene su mirada fija en el futuro, convencida de que la política estadounidense está lista para “avanzar 10 años” en las elecciones de mitad de término de noviembre debido a la ola progresista a la que ella contribuyó.
Ocasio-Cortez venció al veterano demócrata Joe Crowley el 26 de junio en una sorprendente victoria en las elecciones primarias en Nueva York. Y aunque incluso ella estaba sorprendida por el resultado, no está sorprendida de que haya comenzado una “conversación nacional” sobre la dirección tanto de los demócratas como de los republicanos, le dijo a The Independent.
Hay una chispa en los ojos de Ocasio-Cortez cuando dice que su objetivo principal ahora es asegurar que su victoria y el “torbellino” de atención “no sean solo un destello pasajero”. Cree que el presidente Donald Trump podría no llegar al 2020 y a las próximas elecciones presidenciales dada la cantidad de problemas que enfrenta, incluida la investigación sobre la injerencia de Moscú en los últimos comicios y cualquier posible enfrentamiento entre los funcionarios de la campaña de Trump y Rusia.
“Veremos si él sobrevive hasta 2020 políticamente. Hay mucho en danza en este momento”, dijo.
Pero el problema más grande es su propio partido. La dirigente sostuvo que el Partido Demócrata, incluso dentro de 10 años, no puede definirse como estando en contra de los republicanos simplemente. Dijo que quiere que “inspire realmente” a la gente, comenzando en noviembre.
“Creo que ahora mismo en 2018, estamos en un momento político muy especial en el que podemos avanzar 10 años en nuestra política en las elecciones de mitad de año”, dijo.
Ocasio-Cortez afirmó que el país está “mucho más cerca de ese cambio de lo que pensamos, pero se trata de si vamos a movilizar” a los votantes en 2018. “Mi victoria primaria todavía está fresca, acabamos de ganar. Pero ahora estamos empezando a volver a enfocarnos en volver a trabajar y organizarnos en nuestra comunidad “, dijo.
La demócrata socialista de 28 años sigue comprometida con la abolición de la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y apoya un sistema de salud universal y la educación superior gratuita para todos.
Pero su enfoque no está solo en su carrera en Nueva York. Ella piensa en todo el país, algo inusual entre los candidatos a diputados y que probablemente haya aumentado su popularidad. Dijo que ella es solo un “apoyo” para una ola progresista dentro del Partido Demócrata, una ola que espera que la haga “más conectada a sus comunidades que nunca antes”.
Su campaña y su plataforma, centradas en eliminar la influencia corporativa de la política, la condonación de préstamos estudiantiles y la acción contra el cambio climático a través de un plan económico, han contribuido a mitigar algunas de las connotaciones negativas que rodean el término “socialista” en Estados Unidos.
Ocasio Cortez dijo que espera que la nueva ola de progresistas haga del partido un “fuerte contraataque” para la administración Trump, pero no solo en términos adversarios. Señaló a su propio distrito, que representa a la mayoría de los barrios de la minoría, inmigrantes y clase obrera del Bronx y Queens en la ciudad de Nueva York, que ha tenido miedo por las políticas de línea dura de Trump. Más allá de las luchas políticas en Washington, las comunidades como las de Ocasio-Cortez necesitan estar protegidas.
En cuanto a su victoria primaria, Ocasio-Cortez explicó cómo su equipo “expandió el electorado en un 68 por ciento durante el último año”. Eso significó que “movilizaron a personas que nunca antes habían votado o que normalmente no votan en una elección como esta, y eso requiere mucho trabajo y mucha presencia física sobre el terreno”.
Su nueva fama no parece que se le haya subido a la cabeza. Es muy consciente de lo que significa para ella y otros postularse para un cargo público y parecía tener la misma pasión, si no más, que cuando The Independent habló con ella antes de la primaria.
Ocasio-Cortez promueve muchos otros candidatos demócratas progresistas, como el aspirante a gobernador de Michigan, Abdul El-Sayed, que podría convertirse en el primer musulmán estadounidense en dirigir un estado; Ayanna Pressley postulada para el Congreso en Massachusetts en la antigua banca de John F. Kennedy, la enfermera Cori Bush que compite para derrotar al titular republicano Roy Blunt para representar a Missouri, y varios otros. El objetivo no es solo construir un grupo de defensores de ideas afines, sino también asegurarse de que reciban atención.
“La gente me dijo que tendría que postularme tres veces en las primarias antes de ganar”, dijo, una actitud que antes llamaba “derrotismo triunfalista” como parte de una tendencia preocupante en la política. Ella quiere librar a la gente de esa idea y alentar a los socialistas como ella a cambiar el gobierno desde adentro.
Lo que ha ayudado a ese optimismo percibido, en parte, fue su equipo de campaña y voluntarios, muchos de los cuales son estadounidenses de primera generación y votantes primerizos. Su campaña evitó todos los anuncios televisivos por “un deseo intencional de innovación”.
Al mismo tiempo, Ocasio-Cortez dijo que es muy consciente de que el Partido Demócrata tiene mucho trabajo por hacer. Aunque ella es reacia a “medirlo en años” porque “a veces el cambio ocurre tan rápido”, su campaña es evidencia de eso. Hubo preguntas sobre si el ala del establishment del partido demócrata realmente se unirá al ala más socialista y progresista, pero Ocasio Cortez cree que los votantes son lo más importante.
“No se trata de lo que el establishment va a aceptar o no aceptar, se trata de cómo los votantes van a hacer que suceda”, dijo.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12
Traducción: Celita Doyhambéhère