Mientras los rectores de diversas universidades advirtieron que no cuentan con recursos para funcionar hasta fin de año, los profesores anunciaron que no iniciarán las clases del segundo cuatrimestre y que realizarán una movilización nacional a mediados de agosto si no hay avances en la negociación paritaria, estancada desde abril en una oferta de un 15 por ciento de aumento salarial en cuatro cuotas. A más de dos meses de la última reunión, la Secretaría de Políticas Universitarias sigue sin convocar a los gremios, que piden un aumento de entre el 25 y el 30 por ciento.
Todos los sindicatos definieron que las clases del segundo cuatrimestre no iniciarán el 6 de agosto, tal como estaba previsto en gran parte de las universidades nacionales. No es la primera vez que anuncian una medida como esta, que en general no llega a aplicarse porque el acuerdo se alcanza antes. Pero los dirigentes sindicales advierten que este año el panorama es más conflictivo. Por lo pronto, en esta medida confluyen los sindicatos enrolados en las CTA y en la CGT.
La federación docente Conadu resolvió no iniciar las clases el 6 de agosto a través de un plebiscito, en el que más del 85 por ciento de la comunidad docente se pronunció a favor del paro. El viernes 10 evaluarán el impacto de la medida y definirán su continuidad. Además, convocan a realizar una movilización universitaria en todo el país en la semana del 13 de agosto, en conjunto con la Conadu Histórica y toda la comunidad universitaria.
“Estamos dispuestos a sentarnos a una paritaria, suspender las medidas de fuerza, o no profundizarlas, siempre y cuando haya una propuesta que sea razonable y que esté en línea con lo que han ido firmando otros gremios. No por un 18 por ciento de aumento”, aseguró el secretario general de la Conadu, Carlos de Feo. La federación pide un aumento salarial del 25 por ciento con cláusula gatillo de actualización por inflación, la jerarquización salarial del convenio colectivo de trabajo, la recomposición del nomenclador docente y la regularización de docentes contratados y ad honorem, entre otros reclamos.
La federación Conadu Histórica, también con el apoyo de una amplía mayoría de sus afiliados, llamó a un cese total de actividades a partir del 6 de agosto y evaluará la continuidad de la medida el viernes 10. Exigen un aumento de un 30 por ciento con cláusula gatillo.
“La paritaria venció en febrero, estamos viviendo con un salario del año pasado y la inflación proyectada ya supera el 30 por ciento”, resaltó el secretario general de la Conadu Histórica, Luis Tiscornia. Sobre la movilización prevista para mediados de agosto, el dirigente aseguró: “Queremos que no sea sólo de los gremios. Esperamos que se sumen el movimiento estudiantil, los órganos del cogobierno de las universidades, e incluso las autoridades, que hasta ahora no han estado a la altura de las circunstancias, aunque sí es cierto que reciben presiones y castigos presupuestarios del Gobierno según cómo actúen. Pero hoy la situación es muy grave y los rectores no son representantes del Poder Ejecutivo, son elegidos por la comunidad universitaria, y es a la que deberían representar”.
Por su parte, la Federación de Docentes de la Universidades (Fedun) se declaró en “estado de alerta y movilización” y convocó a un paro de 48 horas desde el lunes 6 de agosto. “Ya ha transcurrido demasiado tiempo desde el vencimiento de la paritaria pasada en el mes de febrero. Siempre consideramos que la proliferación de paros inocuos constituye un error de estrategia, pero la propuesta salarial digna no llega, y la situación ya es insostenible, entonces haremos un paro que paralice de manera total a todas las universidades públicas”, sostuvo el secretario general de Fedun, Daniel Ricci. Además de un aumento salarial acorde con la inflación, los tarifazos, y que recupere el poder adquisitivo perdido, la Fedun pide que la paritaria incluya el cumplimiento del convenio colectivo de trabajo y la recomposición del nomenclador docente.
El sindicato Unión de Docentes Argentinos (UDA), que representa a docentes de escuelas preuniversitarias –además de a docentes de otros niveles– también anunció que convocará a un paro tras el receso invernal. “Los docentes del sector universitario están viendo seriamente afectada su subsistencia y su manutención, ya que siguen percibiendo salarios de 2017 –afirmó el titular de la UDA, Sergio Romero, dirigente de la CGT–. Con la inflación galopante que hay, esto es inaceptable.”
Informe: Inés Fornassero.