Ni Papá Noel ni los Reyes Magos lograron apuntalar el consumo. Las ventas minoristas en la semana de Reyes bajaron 3,1 por ciento, a lo que se suma la caída previa de 2,1 que se había registrado en Navidad, de acuerdo con el relevamiento realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). “El movimiento fue muy medido a pesar de las ofertas y liquidaciones agresivas que continuaron generando las empresas para que el envión de ventas de fin de año no se detenga”, señalaron desde la entidad. La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores frente a un escenario inflacionario y la recesión económica explican la reducción de la demanda interna. Si se compara el nivel de ventas de todo diciembre respecto del mismo mes del año previo, el retroceso fue de 5,4 por ciento. En el sector se esperanzaban con un repunte por la Fiestas pero se desilusionaron. Las caídas se concentraron en los rubros de indumentaria y calzados y electrónicos.
Las estrategias para hacer rendir el salario, cuya mejora estuvo de ocho a diez puntos por debajo de la inflación, fueron variadas. En las Fiestas los regalos estuvieron centrados en los más chicos de la familia. Como ya había sucedido para la misma época de 2015, “los consumidores además buscaron con anticipación los regalos para conseguir precios más convenientes, cuidar sus gastos y evitar la aglomeración de gente que suele darse sobre la fecha”, según detalla CAME. Pese a ello, el grueso de las compras se concentró entre el miércoles y el jueves previos a la noche de Reyes. La retracción medida en cantidades en esos dos días fue del 3,1 por ciento.
Con la excepción de rodados (juguetes), que tuvieron la misma o más demanda que el año anterior, el resto de los rubros que componen la canasta de compras descendieron.
Según un relevamiento realizado por la consultora Focus Market para CAME sobre 2105 casos, los juguetes y la indumentaria lideraron las preferencias del público, seguidos por videojuegos, rodados y artículos deportivos. El ticket promedio este año rondó los 340 pesos, un 28,3 por ciento por encima del año anterior (265 pesos). “Frente a las mayores dificultades de ingresos, las familias eligieron regalos más pequeños que en otras oportunidades”, destaca el documento de CAME.
En el detalle de los distintos rubros se exhiben caídas en artículos deportivos del 3,8 por ciento; en computación, -5,8 por ciento; en electrónicos, -5,5; en golosinas, -4,0; en indumentaria y calzado para niños, -4,5; en libros didácticos y CD, -4,9; en perfumería infantil, -4,0; y en videojuegos y consolas, -4,0. En el rubro de rodados (rollers, bicicletas y monopatines, entre otros) no hubo variaciones respecto del nivel de ventas del año pasado y en jugueterías hubo una leve suba de 1 por ciento. “La posibilidad de elegir regalos de todos los rangos de precios fue uno de los motivos que no le restó atractivo a los artículos de juguetería”, según detalló la cámara que conduce Osvaldo Cornide.
La mayor parte de las ventas se realizaron con tarjetas de crédito y en cuotas. “Las posibilidades de pagar en hasta 12 cuotas sin interés, que ofrecieron la mayoría de los comercios del país, ayudó a movilizar la venta de productos de mayor valor, especialmente rodados y consolas, que de otra manera hubiera sido más difícil”, explicaron desde la entidad que impulsó durante todo el año pasado una modificación en la ley de tarjetas para reducir las comisiones bancarias y agilizar las ventas, que no logró ser aprobada. En el caso de productos de menor valor, la preferencia de los consumidores fue utilizar también la tarjeta pero se inclinaron a plazos más cortos.
“Como dato positivo, las bajas fueron menos acentuadas de lo que se venía registrando a lo largo del 2016”, resalta la entidad. Para Navidad también hubo una caída en las ventas. El ticket promedio para los regalos fue de 530 pesos, 23,2 por ciento más que en 2015, casi 20 puntos menos que la inflación. También se reflejó en las compras previas para la cena de Nochebuena: la facturación de los grandes supermercados retrocedió en el mes de las Fiestas hasta un 10 por ciento en relación a igual período del 2015 descontando la inflación, según cifras de las distintas cámaras comerciales.