La industria manufacturera puso el freno de mano en mayo. La Unión Industrial Argentina estimó que la actividad se contrajo 1,8 por ciento mensual sin estacionalidad mientras que la comparación interanual arrojó una caída de 1,9 por ciento. Impactada por la caída en la demanda, la anemia brasileña y la corrida cambiaria el sector registró así su primer desempeño negativo en el año, que de todos modos le permitió sostener el tímido comportamiento favorable de 2,4 por ciento durante los primeros cinco meses de 2018. Al desempeño contractivo que arrastran sectores como textiles, indumentaria y calzado, el último informe del Centro de Estudios de la UIA suma caídas mensuales en la actividad metalmecánica, maquinaria agrícola, alimentos y bebidas, farmacéutica y químicos.
“Los datos preliminares de la producción industrial de junio muestran una desaceleración con respecto a sus volúmenes previos”, sostiene el documento de la UIA. De acuerdo a la central fabril el desempeño favorable en el período enero-mayo “seguramente va a transformarse en una desaceleración, con tendencia a profundizarse en los próximos meses”. El retroceso se explicará, según la cámara empresaria, “porque comienza a compararse con meses de base de comparación más elevada en aquellos sectores que venían creciendo más fuerte” y,fundamentalmente, “por la desaceleración en ramas asociadas a la construcción, el impacto de la sequía en la agroindustria, el incremento del costo del crédito (en particular de las pymes) y un menor dinamismo del mercado interno”.
Por su parte, el Observatorio de Comercio Exterior, Producción y Empleo (CEPE) de la UMET estimó que la actividad manufacturera destruyó 73.800 puestos de trabajo entre diciembre de 2015 y abril de 2018. La caída acumulada desde el recambio presidencial alcanza al 5,9 por ciento del empleo total sectorial. La principal caída se registró en los sectores textil, calzado, cuero y muebles con 24.550 empleos formales perdidos durante el gobierno de Cambiemos. El diagnóstico es compartido con la UIA. La semana pasada su director ejecutivo, Diego Coatz, aseguró que los niveles de ocupación “van a seguir cayendo lentamente, no a la velocidad de hace un año pero no se van a recuperar”.