A 31 días de la denuncia original sobre los aportantes truchos a la campaña electoral de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, Mauricio Macri no dio ayer ninguna explicación sobre los hechos y en línea con el libreto que anticipó al mediodía María Eugenia Vidal intentó desviar la atención hacia la importancia de bancarizar los aportes. “Tengamos un poco de paciencia”, pidió el presidente ante la segunda pregunta sobre el escándalo que por el momento sólo le costó el puesto a la fugaz contadora general María Fernanda Inza, y sugirió que con la investigación judicial en manos del juez Sebastián Casanello “sabremos todos de qué se trata”.

Con la presión política algo descomprimida producto de las decisiones y las declaraciones dadas horas antes por Vidal, Macri encaró el tema de los aportantes truchos ajustándose al cuidadoso libreto oficial: “Ya la escuchamos a la gobernadora a la tarde. Claramente nosotros siempre hemos presentado los papeles rindiendo los gastos de campaña con los aportantes, y seguiremos aportando toda la información necesaria a la Justicia, como corresponde, y haciendo una auditoría para que se clarifique lo sucedido. Y queda claro que tenemos que dar un paso más adelante, ya lo hemos propuesto, se ha debatido y espero que se materialice en el Congreso una ley de financiamiento de la política que realmente modernice y dé mayor transparencia, empezando por bancarizar todos los aportes así no hay más discusión si “firmé el recibo”, “no lo firmé”. Es algo que está a la mano de que lo podamos hacer, como también lo hicimos en la ciudad, que fuimos mejorando la calidad del proceso electoral. Creo que en esto tenemos algo pendiente y espero que lo hagamos entre toda la política en los próximos meses”, dijo ante una de las primeras preguntas de la conferencia.  En concreto, le habían pedido un mensaje a la “gente humilde” que figuraba en los listados, cosa que el mandatario olvidó oportunamente. 

Varias preguntas después el tema volvió a surgir por un periodista del medio que reveló el escándalo. Jon Heguier de El Destape marcó la contradicción en los dichos del Presidente y señaló que a diferencia de Cambiemos, la segunda fuerza política de los comicios de 2017 recibió solo un 10 por ciento de aportes en efectivo, mientras que el oficialismo mostró un aporte del 90 por ciento en dinero contante y sonante.

“La gobernadora ha iniciado una auditoría para entender por qué pasó lo que vos describís, tengamos un poco de paciencia y tiempo, y aparte creo que el juez Sebastián Casanello es el que está actuando e investigará y sabremos todos de qué se trata”, dijo Macri tras escuchar que entre los aportantes aparecieron monotributistas sociales, desempleados, personas humildes de barrios muy carenciados de la provincia de Buenos Aires, concejales de Cambiemos, ex candidatos de Cambiemos y hasta el intendente Carlos Arroyo, de Mar del Plata, que públicamente manifestaron que no aportaron un peso. 

Buscando dar por concluido el tema, Macri insistió con la idea de bancarizar el financiamiento de la política: “Creo que claramente tenemos que ir a un sistema que garantice la mayor transparencia posible y que realmente fije quiénes son los que pueden aportar, con qué límites y todo bancarizado. Creo que eso le va a hacer mucho bien a la política en general, aparte de tener un sistema más moderno, alguna vez, electoral, para darle más transparencia a la votación en sí misma”.

Esta fue la primera vez que el mandatario tuvo que referirse al escándalo que tiene como protagonistas a una de las máximas referentes del oficialismo pero también a ex ministros como Esteban Bullrich y la diputada Graciela Ocaña. En la actualidad la justicia lleva adelante dos investigaciones, una en el fuero electoral y otra en el federal penal, donde también se trabaja en los aportes realizados durante la campaña presidencial de 2015.