La automotriz estadounidense Ford adelantó que cancelará una inversión de 1600 millones de dólares prevista para construir una nueva planta en México, un proyecto que había sido cuestionado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y cuya marcha atrás lamentó el gobierno de Enrique Peña Nieto. Ford –el segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos– dio dos razones fundamentales para la cancelación: las condiciones actuales del mercado y la llegada a la presidencia de Trump.