El Colectivo de Trabajadorxs de la Cultura se expresó esta tarde en apoyo de los despedidos de Télam con una suelta de libros y feria de editoriales. La actividad se desarrollará hasta las 17 frente a la sede de la agencia, en el Pasaje 5 de Julio, que comunica la Avenida Belgrano con Venezuela. Se donaron unos mil ejemplares para repartir entre quienes se acerquen.
A las 14, en Belgrano 347, se procedió a la lectura del documento firmado por casi 500 personas entre escritores, periodistas culturales, libreros y editores. El escritor Julián López estuvo a cargo de la lectura. El conflicto se inició el 26 de junio con 357 despidos, el 40 por ciento de total de la agencia de noticias del Estado. Una cautelar ya ordenó reincorporar a cinco trabajadores, mientras el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, y el responsable de Télam, Rodolfo Pousá, avalaron las cesantías, que incluyeron el cierre de corresponsalías.
Tras la lectura, y mientras continúa la feria de libros, hay actividades en la sede de Télam. Habrá una mesa reunida bajo la consigna “Pensar la lucha, la lucha para pensar”. Entre otros, estarán el abogado Raúl Cerdeiras y el historiador Ezequiel Adamovsky. Además, se sumarán las voces de otros colectivos en lucha, como los becarios del Conicet, los despedidos del Inti, los trabajadores de Astilleros Ríos Santiago, del Hospital Posadas y de la Multisectorial contra el Tarifazo.
El documento es el siguiente:
Lxs trabajadorxs del campo literario manifestamos nuestro repudio a las medidas adoptadas por el gobierno nacional en relación a la Agencia Nacional de Noticias Télam y exigimos la inmediata reincorporación de los 357 trabajadorxs despedidxs.
Consideramos que atacar en forma directa, sin causa alguna y masivamente los puestos de trabajo de compañerxs periodistas, en el marco de un proceso de concentración de medios, no sólo afecta la libre circulación de la palabra sino que esta decisión arbitraria encubre, además, la voluntad de disciplinamiento al conjunto de lxs trabajadorxs. Al mismo tiempo se demuestra que sólo por medio de un ajuste brutal, que tiende a dejar más trabajadorxs en la calle, son viables este modelo económico y sus compromisos contraídos con el FMI.
Si la cultura es arena donde se disputan los sentidos de una sociedad, queda claro que implementar políticas públicas tendientes a su desprotección y desfinanciamiento de las instituciones y proyectos culturales y educativos, en pos de la desregulación del mercado, conspira contra la pluralidad de voces, el acceso equitativo a las distintas expresiones culturales y a la participación de todxs lxs habitantes de este país.
Los despidos en Télam, en Radio del Plata, la crisis de la industria editorial, el cierre de centros de formación docente, el ataque a las bibliotecas populares y centros culturales, el vaciamiento del Conicet y la criminalización de lxs artistas callejerxs dan cuenta de una estrategia destinada a silenciar voces disidentes con el propósito de imponer una mirada única sobre la realidad nacional.
Como trabajadorxs de la palabra hacemos público nuestro rechazo al avasallamiento que impone este gobierno, restringiendo el derecho a la información y acceso a los bienes culturales, acorralándonos en la precarización de nuestras prácticas profesionales.