Los diputados cubanos aprobaron ayer el nuevo Consejo de Ministros del presidente Miguel Díaz Canel y comenzaron el debate sobre el proyecto de una Constitución en la Asamblea Nacional.
Cuando Canel asumió la presidencia el pasado 19 abril, informó a los diputados que mantendría al Consejo de Ministros que heredaba de Raúl Castro y esperaría a la reunión plenaria de julio del Parlamento para anunciar su nuevo equipo. El mismo se mantiene sin grandes cambios respecto al heredado de su antecesor, excepto por la novedad que deriva del relevo en la cartera de Economía. Al frente de este ministerio ahora estará Alejandro Gil Fernández, en reemplazo de Ricardo Cabrisas,quien sin embargo se mantendrá como vicepresidente del Consejo de Ministros. Cabrisas fue el funcionario cubano que consiguió renegociar la histórica deuda que Cuba mantenía con el Club de París y que habían deja de pagar en 1980.
Después de aprobar la conformación del nuevo Consejo de Ministros, los diputados discutieron el desarrollo del presupuesto del Estado y comenzaron los tres días de reuniones en los que debatirán la reforma de la actual Constitución que fue aprobada en 1976.
El proyecto de Constitución incluirá un preámbulo y 224 artículos. La misma propone modificaciones en varios puntos centrales que atañen a la estructura del Estado, al sistema económico y prevé nuevos derechos a la ciudadanía. Además plantea la modificación de numerosas normativas vinculadas a las leyes: electoral, de educación, de salud, de empresa y de cooperativa, entre otras. Por otra parte también propone la modificación del código de familia, el código civil y el Penal.
En cuanto a las reformas en el sistema económico, la propuesta de Constitución reconoce las nuevas formas de propiedad, entre ellas la privada pero sin embargo mantiene como principio esencial a la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción. Respecto a las modificaciones en la estructura del Estado, la reforma propone instituir la figura del Presidente y Vicepresidente de la República, quienes una vez electos podrán ejercer ese cargo por cinco años y con posibilidad a desarrollar solo dos mandatos consecutivos. A su vez también crea la figura del Primer Ministro.
En cuanto a derechos para los ciudadanos, la reforma expresa el reconocimiento de la doble ciudadanía, aunque la cubana será la prioritaria en la isla, y la no discriminación por identidad de género, al igual que autorizara el matrimonio igualitario, en respuesta a los reclamos de la comunidad LGTB a pesar del rechazo de las iglesias evangélicas.
Entre otros aspectos Generales del proyecto de Constitución, se ratifica el carácter socialista de la Revolución y el papel rector del Partido Comunista de Cuba, considera irrevocable el modelo político y económico cubano y se preservan los principios de justicia social. Asimismo se hace énfasis en la preservación del medio ambiente y se amplían los mecanismos de participación ciudadana en cada municipio.
Una vez que los diputados aprueben el proyecto de nueva Constitución, se realizarán consultas populares con la ciudadanía para terminar el proceso en un referéndum, para el que todavía no hay fecha establecida.
El nombramiento de los nuevos ministros del gobierno de Canel acontecidos ayer, refuerza el mensaje de continuismo que ya subrayó el nuevo mandatario cuando asumió el cargo, pues entre los 34 miembros hay solo nueve caras nuevas y la mayoría son en carteras de peso menor. De los nuevos ministros, varios eran hasta ahora los “número dos” de los departamentos que ahora asumen. Los nuevos nombramientos responden a las áreas de: Comercio Exterior, Salud, Publica, Comunicación, Cultura, Justicia, Industria Alimentaria, Energía y Minas, Justicia y Recursos Hidráulicos.
Los que se mantienen en sus cargos son los titulares de otras áreas fundamentales para el desarrollo cubano como los de Turismo, Manuel Marrero, nombrado en 2004 por Fidel Castro, e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, principal responsable de captar capital foráneo. Repiten además los titulares de los dos ministerios que controlan la Seguridad del Estado: el vicealmirante Julio César Gandarilla y el general Leopoldo Cintra al mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Otro de los nombres de peso ratificados es el del canciller Bruno Rodríguez, considerado un político de “línea dura” y quien con una vasta experiencia en foros internacionales tras nueve años en el cargo seguirá de momento al frente de la activa diplomacia cubana. Permanecen asimismo los ministros del Transporte, de Construcción y Vivienda. El nuevo equipo ministerial tiene una edad promedio de 60 años y está formado por 26 hombres y ocho mujeres.