A diez minutos de tener que dirimir a suerte y verdad si seguía o no en el certamen tras la definición por penales, Atlético Tucumán debutó en la Copa Argentina con una sufrida victoria 1-0 ante Tristán Suárez, un equipo dos categorías menor. El único tanto del encuentro jugado en la cancha de Arsenal lo marcó el delantero Leandro Díaz. Finalista de la edición 2017, el Decano –que en varios pasajes del partido dependió de las atajadas de Alejandro Sánchez e incluso de los palos– espera en la próxima instancia por el ganador de Huracán y Victoriano Arenas, campeón de la Primera D 2017/18 y ascendido a la C.
El desafío por los 32avos de final era una buena oportunidad para ver en acción al equipo dirigido por Ricardo Zielinski, que en un par de semanas y por primera vez en su historia jugará los octavos de final de la Copa Libertadores ante Atlético Nacional de Medellín.
El inicio fue bastante abierto e intenso, aunque prevaleció la férrea defensa de Tristán Suárez por sobre los intentos organizados del Decano, que contó con la primera ocasión tras un desborde de Barbona –de lo mejor del partido– que Díaz no pudo rematar con justeza.
Si bien Atlético Tucumán insinuaba más llegadas con peligro en el área rival, fueron los de Bazán Vera los que contaron con chances más claras. Tristán Suárez apuró así de contragolpe y complicó por varios pasajes a una desconectada defensa tucumana. En uno de sus desbordes por derecha, Galeano complicó a Risso Patrón, y metió un centro para el cabezazo de Juan Martín que Sánchez controló sin problemas. Después hubo otro cabezazo de Martín, pero esta vez el palo derecho salvó al conjunto comandado por Zielinski, que no estaba nada conforme con lo que veía. Sobre el final de la primera mitad, Barbona habilitó a Díaz, quien remató a quemarropa ante al arquero Roberto Jara, pero éste contuvo bien.
En el arranque del complemento, Atlético Tucumán logró llevar las riendas del partido con un derechazo de Aliendro desde 30 metros que devolvió el palo izquierdo. Y conforme corrían los minutos, Tristán Suárez resignó sus ataques y se dedicó casi exclusivamente a defender. Entonces Zielinski decidió jugársela: sacó a Barbona y mandó a la cancha al desequilibrante Tomás Cuello. Este último fue vital en la jugada del gol, ya que desbordó a Carrasco a pura velocidad, se metió dentro del área y envió la pelota rasante al medio para que Díaz, de primera y de zurda, finalmente venza la resistencia del conjunto bonaerense.
Con menos de diez minutos por jugar, Tristán Suárez se la jugó a todo o nada. Pero entonces los jugadores del Decano sacaron su oficio y jerarquía para marcar la diferencia de categoría y sostener así un resultado que le permitirá disputar los 16avos de final del certamen federal.