La defensa de Milagro Sala no da vueltas: sabe que el juicio oral que desde mañana deberá enfrentar la dirigente social –junto a otras treinta personas, la mayoría militantes de organizaciones sociales– no va a terminar bien: “En estas condiciones implica una condena casi segura”, reconoce Matías Duarte, cabeza del equipo de abogados que defenderá a la dirigente de la Tupac Amaru en el dete oral en el que se la acusa de asociación ilícita, extorsión y defraudación al Estado. En diálogo con PáginaI12, el abogado, que comparte defensa junto a Paula Álvarez Carrera y Luis Paz, explicó por qué ésa acusación fue elaborada de manera arbitraria y cómo el gobierno de Jujuy y el Poder Judicial de la provincia ya condenaron a Sala antes de que un tribunal dicte sentencia.
–¿Qué esperan del juicio?
–Esperamos que acredite la arbitrariedad con al que se conformó la acusación en contra de Milagro Sala y las irregularidades procesales que vinieron sucediendo todo este tiempo. En términos de expectativas, tenemos pocas en función de que el Tribunal ha rechazado la mayoría de la prue ofrecida por la defensa de Milagro Sala para acreditar el funcionamiento de la Tupac, de su rol, de las cooperativas, y por ende la ha desprovisto de elementos esenciales para pror que los hechos sobre los que se sustentó la acusación sean neutralizados en el juicio. Es una instancia en la que Sala claramente va a estar en desventaja frente a la acusación, por que el tribunal la privó de elementos fundamentales para defenderse.
–Desde que Sala fue detenida, estas tres causas unificadas por las cuales se la va a juzgar desde el martes son las que la acusan de delitos más graves. ¿Por qué critican cómo se conformó esa acusación?
–Estas tres unificadas son eslabones que se suman al hostigamiento institucional que sufrieron Sala y la Tupac desde que cambió el gobierno en Jujuy. Es imposible separarlas del todo y no ver completo el accionar en su contra. Hay una persecución en su contra y en contra de la acción que su organización llevó adelante sada en procedimientos que tienen muy serias irregularidades. Este juicio sí es uno de los que reviste una imputación sobre hechos que tienen calificación más grave que los que ya habían llegado a instancia oral. La causa de los huevos (que la acusó de escrachar a Morales) como la denominada causa de las bomchas (que la acusó de atacar a una comisaría) conforman delitos relativamente leves. Este caso tiene importancia porque es sobre el que se ordenó la prisión preventiva de Milagro luego del acampe en la Plaza Belgrano. Se construyó artificiosamente una acusación en su contra como jefa de una asociación ilícita y autora de hechos de extorsión que fue lo que agravó la causa.
–¿En qué consistió esa construcción artificiosa?
–Hay una presencia institucional del Gobierno en la causa a través de la Fiscalía de Estado. Pero no hay que llegar a tanto para leer el armado. Con solo leer el requerimiento de elevación a juicio del expediente elaborado por el Ministerio de la Acusación –la fiscalía–, cualquiera se da cuenta de las irregularidades con las que se conformó la acusación. Ese requerimiento es una pieza fundamental para entender lo que sucede, por cuanto la posición institucional frente a esta causa es que Sala y varios de los imputados conforman una organización criminal. Con solo leer las páginas que tiene no hay una sola mención de fechas, referencias temporales sobre cuándo habría empezado a funcionar la asociación ilícita, cuándo habrían sucedido los supuestos hechos jo juicio, ni la modalidad que siguieron. Si los términos de la acusación no contienen detalladamente el delito por el cual se la acusa, Sala queda en una posición de indefensión. Sobre todo si no puede aportar elementos para desmentir.
–Habla de la posición institucional del gobierno de Jujuy en la acusación de Sala. ¿Se puede ver esa misma postura en el Poder Judicial?
–La Justicia tiene un rol relevante porque tiene como principal deber garantizar los derechos y garantías de las personas sometidas a un proceso penal. En este caso en particular se fueron dando una serie de circunstancias que permiten afirmar que la imparcialidad y la independencia no están garantizadas en estos procesos judiciales y que por eso, en las condiciones en las que se viene dando esta causa, el resultado de este juicio puede llegar a ser nefasto en términos jurídicos. Hemos tomado conocimiento el jueves de que la presidenta del tribunal fue desaproda en los exámenes que rindió para ocupar el rol que ocupa en esta instancia, ahora también sabemos del plagio de Casación. Y eso se suma a lo que expliqué anteriormente, a lo débil del requerimiento de elevación a juicio y al rechazo del ofrecimiento de prue que hicimos: el tribunal rechazó parte de la prue testimonial y toda la prue documental y pericial que ofrecimos. Esto refleja que las personas encargadas de velar por los derechos y garantías de la gente sometida a proceso penal no están siendo imparciales. El rol de la Justicia en este caso deja mucho que desear. Para la Justicia, Sala ya está condenada.
–¿Cómo se prepara la defensa de un juicio que cuenta con sentencia previa de hecho?
–Son casos sumamente difíciles y complejos, pero cuando uno se sienta a trajar en un caso de estas características, nunca diseña estrategias de corto o mediano plazo, sino que piensa a largo plazo. Todo el equipo de la defensa de Sala sabe perfectamente que uno de los objetivos centrales es defenderla a ultranza dentro de las garantías que prevé la ley para que, cuando el caso salga de la provincia de Jujuy, jueces imparciales e independientes puedan evaluar lo que sucedió, esclarecer los hechos y ofrecer sentencia acorde.
–¿En Jujuy lo creen imposible?
–Hoy en Jujuy, salvo poquísimas y excepcionales situaciones, no hay decisiones judiciales que hayan sido favorables a Milagro. Hay un patrón dentro del sistema institucional en Jujuy que rechaza sistemáticamente todas sus posiciones. Sin ir más lejos, pasó en un trámite de esta causa: la Cámara rechazó nuestra oposición al requerimiento de elevación a juicio con un fallo en el que los jueces de apelación sostuvieron que Sala era culpable de los delitos por los cuales aún no se la había juzgado. Esto sucedió hace un año y medio. Uno no puede perder de vista que Milagro Sala es una líder social, mujer, indígena, que está recibiendo un trato violento desde el punto de vista institucional de una intensidad impropia de la época en la que vivimos.