Novak Djokovic (2º del ranking mundial) comenzó ayer el año de la mejor manera al coronarse campeón del ATP 250 de Doha, cuando derrotó a Andy Murray (1º) por 6-3, 5-7 y 6-4, y dejó en claro que no se rendirá en la batalla por recuperar el número uno del mundo. Con el triunfo, el serbio le cortó al británico una racha de 28 victorias consecutivas. La última vez que había sufrido una caída fue con Juan Martín del Potro en septiembre de 2016, en las semifinales de la Copa Davis. Desde entonces, se había impuesto en los certámenes de Beijing, Shanghai, Viena, París y el Masters de Londres, una trayectoria impecable que le valió destronar a Nole del primer puesto del ranking mundial. 

Djokovic, que sumó el título número 67 de su carrera y se colocó a dos del español Rafael Nadal, dijo tras el duelo: “Este partido significa mucho para mí. Me ha devuelto la confianza que en los últimos tres meses del año pasado había perdido. Es muy bueno comenzar de esta manera y ante el número uno del mundo”, y agregó: “Hasta el último punto no sabía que iba a ganar. Le tengo mucho respeto y por algo es el líder del ranking mundial”.