Decenas de personas murieron ayer y más de un centenar resultaron heridas por la explosión de un camión bomba (foto) en pleno centro de la ciudad siria de Azaz, en el norte de la provincia siria de Alepo, controlada por los rebeldes y fronteriza con Turquía. La cifra de víctimas varía según la fuente, ya que la ONG, opositora, Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó de 48 muertos, mientras que el activista Abdeqader Abu Yusef, residente en Azaz, elevó en declaraciones telefónicas a 60 los fallecidos y a 150 los heridos. Mientras que el vocero del Frente Fateh al Sham (ex Frente al Nusra y antigua rama siria de Al Qaeda), coronel Abu Firás, cuyo grupo es la principal facción en la localidad, aseguró que la detonación se cobró la vida de 50 personas, entre ellas varios combatientes. Este ataque se registró mientras está en vigor desde hace una semana en el país un cese de las hostilidades auspiciado por Rusia, que respalda al gobierno de Damasco, y Turquía, valedora de los insurgentes. De esta tregua están excluidos el EI y el Frente Fateh al Sham.