El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, designó ayer al senador Dan Coats como jefe de inteligencia del país, en un momento de renovadas tensiones tras el informe que apunta a la injerencia de Rusia en las pasadas elecciones presidenciales para favorecer al candidato republicano. La Oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI), creada por el entonces presidente George W. Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 (11-S) en Washington y Nueva York, es uno de los puestos clave del gobierno. Coats, si es confirmado por el Senado, estará al mando de una federación de 16 agencias repletas de espías entre las que se incluyen la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). Estas agencias son las que elaboraron el informe divulgado el viernes en el que apuntan a Rusia como responsable de un plan de ataques informáticos durante la campaña electoral.