La bolsa porteña anotó una suba de 3,9 por ciento y superó los 29 mil puntos básicos. En las últimas cuatro jornadas registró un avance de 9,6 por ciento. Los mayores incrementos se registraron en Metrogas (15,5 por ciento), Supervielle (9,5 por ciento) y Transportadora de Gas del Norte (7,8 por ciento). En tanto, las caídas fueron encabezadas por Tenaris, con una merma de 1 por ciento y Cresud (-0,8 por ciento). Se realizaron operaciones por 860 millones de pesos, con un incremento de 38 por ciento en relación con la jornada previa.
Los operadores del mercado aseguraron que el principal elemento para explicar este rebote del precio es el mejor clima financiero internacional. Indicaron que las principales bolsas del mundo anotaron aumento por un acuerdo de intercambio entre Europa y Estados Unidos que enfría la guerra comercial. “Nos encontramos justo aquí en la Casa Blanca para dar comienzo a una nueva etapa en las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea. Una etapa de estrecha amistad y fuertes relaciones comerciales en la que ganaremos los dos”, dijo ayer el presidente norteamericano Donald Trump, generando tranquilidad para los inversores globales. Agregó que “se trabajará para lograr cero aranceles, cero barreras arancelarias y cero subsidios a los bienes industriales no automotrices”. El índice S&P 500, por caso, registró un incremento de 0,9 por ciento, en tanto que el promedio industrial Dow Jones avanzó un 0,7 por ciento y el Nasdaq ganó un 1,2.
En cuanto a los bonos argentinos, se destacó la suba del 0,2 por ciento del Bonar 2020, mientras que el Discount bajo Ley local y el Bonar 2024 se mantuvieron estables. El índice de riesgo país, medido por la banca JP Morgan, se ubicó este miércoles en 576 puntos básico, con una merma de 2 unidades. El indicador de riesgo argentino, no obstante, sigue siendo uno de los que más aumentó este año entre los países emergentes. La Argentina, pese al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el guiño del MSCI para salir de la categoría de fronterizo, tiene una improbabilidad de impago de la deuda similar a la de países en crisis institucional como Turquía.