La intención de generar una CGT que confronte las políticas del gobierno de Cambiemos desde una posición de mayor firmeza no se detuvo a pesar de la suspensión del congreso que se iba a realizar a fines de agosto y que el triunvirato trocó por un plenario de secretarios generales. Por caso, ayer se reunieron unos cuarenta gremios en la sede del gremio aeronáutico de pilotos que conduce Pablo Biró. Estuvieron los secretarios generales de la UOM, Smata, la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT) y Camioneros, entre otros. Participantes del encuentro aseguraron que la decisión es “liderar el movimiento obrero y conducir la protesta social” que, entienden, se incrementará con la persistente agudización de la crisis económica y social.
Los organizadores se preocuparon en destacar que el encuentro tuvo como característica particular la participación de secretarios generales de los gremios y no segundas líneas. El ítem de la unidad del movimiento obrero no faltó en ninguno de los discursos que se sucedieron pero advirtiendo la necesidad de que se produzca alrededor de la elaboración de un programa que incluya el plan de lucha contra el programa económico. De hecho, los participantes resaltaron las consecuencias negativas que está produciendo la recesión en sus respectivas actividades y el reclamo de las bases para que la CGT asuma una mayor iniciativa que supere el simple rol discursivo que le achacan a los actuales triunviros.
En ese sentido, los principales referentes de este espacio, Antonio Caló (UOM), Ricardo Pignanelli de Smata, Pablo Moyano de Camioneros, el gráfico Héctor Amichetti y Biró, entre otros, coincidieron en reclamar la necesidad de que la CGT conduzca la protesta social que, estiman, lejos de detenerse se irá incrementando con el correr de los meses. Claro, todos advirtieron que el perfil actual de la central obrera no coincide con lo que piensa este grupo de dirigentes sindicales. Incluso destacaron una diferencia sustancial con el concepto de unidad que maneja el triunvirato y este espacio. Entienden que no puede ser un sinómino de organicidad. “Si se abandona la política sindical en favor de los intereses sectoriales entonces el ser orgánico carece de sentido porque la CGT se transforma en una cáscara vacía”, indicó uno de los participantes.
Las diferencias entre ambos sectores parecen suficientes como para complicar la tan mentada unidad del movimiento obrero. El grupo que se reunió en APLA aseguran que “la voluntad de estar todos juntos existe” pero no se descarta un escenario de ruptura. Este grupo volverá reunirse el próximo 14 de agosto. Los organizadores sostienen que el número de participantes se duplicará e incluso tendrá la presencia de la CTA que lidera Hugo Yasky.
Los únicos ausentes a la reunión fueron los gremios del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) que lideran Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) y el taxista Omar Viviani. Si bien no comunicaron los motivos del faltazo para los que estuvieron en APLA la razón hay buscarla en la reunión que la conducción del MASA tuvo el martes con el triunvirato.