El presidente chino Xi Jinping dijo ayer en la cumbre de los países Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que “no hay ganador” en ninguna guerra global comercial. “Deberíamos rechazar el unilateralismo. Los mercados y el comercio deben ser abiertos”, afirmó Xi en Johannesburgo, durante la clausura del foro de negocios que protagonizó la primera jornada de la cumbre. El mandatario consideró que el multilateralismo ha sufrido un “grave golpe” en los últimos tiempos y que “la comunidad internacional se encuentra de nuevo en una encrucijada”.
Aunque no dio nombres propios, las palabras de Xi se leyeron como una referencia indirecta a las políticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el contexto de la guerra comercial que atraviesan ambos países. “Afrontamos una elección entre cooperación o conflicto. Deberíamos buscar trabajar juntos”, propuso el mandatario asiático ante más de 1.000 delegados del mundo de los negocios. Su postura había sido refrendada minutos antes por el anfitrión de esta cumbre, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa. “Nos encontramos aquí en un momento en el que el sistema de comercio multilateral atraviesa desafíos sin precedentes. Nos preocupa el aumento de medidas unilaterales que son incompatibles con las reglas de la Organización Mundial del Comercio y nos preocupa el impacto de esas medidas, especialmente en los países en vías de desarrollo”, señaló Ramaphosa.
El jefe de Estado de Sudáfrica -país que ostenta la presidencia rotativa del bloque hasta finales de 2018- destacó que los Brics son cada vez más reconocidos por su papel influyente en el refuerzo de los principios de la “transparencia”, la “inclusividad” y la “compatibilidad dentro del sistema de intercambio multilateral”.
Ambos mandatarios subrayaron la importancia de fortalecer la cooperación dentro del bloque, pero también llamaron la atención sobre el papel destacado que las economías emergentes van a jugar en el futuro próximo, con acento especial en las economías africanas.
Casi paralelamente a estas intervenciones aterrizaban en el país el presidente de Brasil, Michel Temer, y el primer ministro de la India, Narendra Modi. Todos ellos, más el presidente ruso, Vladímir Putin, celebraron ayer la sesión plenaria del bloque y firmarón la denominada “Declaración de Johannesburgo”. Ese documento recogió los compromisos alcanzados en la cumbre, que marca una década de historia de este bloque de potencias emergentes.