Ayer, 26 de julio de 2018, se cumplió un año desde la desaparición de Johana Ramallo. Johana tiene 23 años, una hija de 6 y es trabajadora del programa Hacemos Futuro (ex Ellas Hacen), del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Fue vista por última vez en la estación de servicio de 1 y 63 en la ciudad de La Plata.
Por negligencia, prejuicios de clase, falta de perspectiva de género, o todas las anteriores, durante los dos primeros meses la fiscalía operó bajo la carátula de “búsqueda de paradero” y la familia denuncia que no se profundizó sobre las pruebas ni datos aportados por lxs testigxs. Recién en octubre y luego de varios pedidos del equipo de abogadas, se modificó la carátula a “trata de personas” y actualmente la causa está radicada en la Secretaría Nº2 del Juzgado Federal Nº1 de La Plata a cargo de Ernesto Kreplak, titular del Juzgado Federal Nº3, y el fiscal que lleva la investigación es Hernán Schapiro, con la colaboración de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). Hasta ahora no hay ni sospechosos ni imputados.
Un año sin Joahana Ramallo nos duele a todxs. Le duele a su madre, a su hija, a su tía. Les duele a las trabajadoras de La Plata que la veían cotidianamente y todas las titulares del programa, nos duele ver la desintegración de las redes comunitarias que implica la transformación del Ellas Hacen en el programa Hacemos Futuro bajo la gestión de Cambiemos.
El lugar donde Johana había comenzado a estudiar para terminar el secundario, en el marco del Plan Fines, cerró; y su fuente de trabajo, el programa Ellas Hacen, pasó de considerar a las titulares como trabajadoras, a ubicarlas en el lugar de estudiantes, desarmando las cooperativas que eran un espacio de contención fundamental y proponiendo una relación individual entre el Ministerio (a través de ANSES) y lxs titulares del programa. En la Plata particularmente retiraron a las mujeres del obrador, detuvieron procesos de autoconstrucción de viviendas, les quitaron las herramientas y la única indicación fue participar de algunos cursos de formación y actividades aisladas, muchas por iniciativa propia de las trabajadoras, en una sede donde funcionaba el Centro de Atención Local (actualmente cerrado).
Los cursos y diplomaturas de la Dirección de Formación eran uno de los ejes centrales del Ellas Hacen, pensadas desde la lógica colectiva, apuntando a generar redes, espacios libres de violencia, a fomentar el encuentro y la socialización de experiencias compartidas, el acceso a la universidad, el reconocerse en y con otras. Fueron diseñados contemplando la realidad de las titulares a las que convocaba, sus situaciones de violencia, sus configuraciones familiares. Hoy estas propuestas son casi inexistentes, se espera que lxs 260000 titulares del (ahora denominado) Hacemos Futuro se autogestionen sus trayectorias formativas, con un discurso que asegura que la terminalidad educativa y la formación en oficios son un paso necesario para conseguir empleo, pero sin hacerse cargo desde el Estado de garantizar esos espacios formativos.
Venimos denunciando los efectos de la retirada del Estado sobre las vidas de las mujeres, lesbianas, travestis y trans, el deterioro de las políticas sociales, su vaciamiento y transformación, la falta de recursos, la disminución de presupuestos y el abandono de las redes institucionales de contención territorial, pieza fundamental para garantizar la llegada del Estado a todos los sectores de la sociedad pero en especial a aquellos más vulnerados. Ante el crecimiento de la pobreza y la exclusión, el gobierno se desentiende de su responsabilidad en dar respuestas y promueve la resolución individual de los problemas sociales en base al esfuerzo personal, el emprendedurismo, la salida individual a partir de las competencias personales y las habilidades socioemocionales de cada persona en un escenario de creciente desempleo, ajuste, y exclusión social.
Desde nuestro sindicato acompañamos la búsqueda de Johana que encabeza Marta Ramallo, su madre, también titular del programa. Marta en este tiempo ha participado del Encuentro Nacional de Mujeres de Chaco; ha dado conferencias de prensa, organizado acciones en el poder legislativo, en sindicatos, en la calle, audiencias públicas con funcionarixs de la Provincia de Buenos Aires, siempre denunciando la responsabilidad innegable del Estado en la desaparición de Johana y la falta de resultados de la búsqueda. Sabemos que no hay redes de trata sin complicidad estatal. Exigimos que devuelvan a Johana. Ó
Asociación Trabajadorxs del Estado - Consejo Directivo Capital