Facebook tuvo este jueves el peor día de su historia desde que comenzó a operar en Bolsa. La merma fue del 18,96 por ciento y se tradujo en una pérdida de unos 115 mil millones de dólares, aproximadamente. La baja de las acciones de la red social implicó una pérdida de 17 mil millones de dólares para su fundador. De esta manera, Zuckerberg conserva una fortuna personal de 70 mil millones de dólares.

La razón del desplome la dio la propia empresa. Hace pocos días anunció una caída de diez puntos en su margen de beneficio por la necesidad de dar mayores controles a favor de los usuarios, tras el escándalo de Cambridge Analytica. Por ese caso (el robo de datos personales de datos personales por parte de la consultora, que los usó en las campañas del Brexit y de Donald Trump), la Unión Europea había impuesto a Facebook una multa de 570 mil euros: el equivalente a cinco minutos de la facturación diaria de la red social.

En términos absolutos, es la mayor caída de una empresa en la Bolsa. De 217,50 dólares al cierre del miércoles, las acciones pasaron a 177,30. Con el dinero perdido Zuckerberg se podría haber comprado cuatro veces el New York Times. Hay que retroceder al crack de Intel en 2000 para ver algo semejante, que hoy fue superado. En esa oportunidad, el fabricante de microprocesadores perdió 91 mil millones de dólares por la caída de las puntocom.

Hace pocos días, Zuckerberg había dado una teleconferencia en la que brindó datos del segundo trimestre, en el que la empresa no alcanzó, por escaso margen, las previsiones del mercado. No obstante, el fundador de la empresa habló de “un trimestre sólido”, tras lo cual el director financiero Dave Wehner planteó que Facebook crecerá por debajo del diez por ciento por la nueva regulación europea sobre la privacidad de datos, que entró en vigencia a fines de mayo. Conclusión: menos sabe Facebook de los usuarios, menos interés hay en los anunciantes. Además, los nuevos productos para Facebook e Instagram tardarán en generar ingresos, según Wehner. Todo eso colaboró en la caída de las acciones.

"Estamos invirtiendo tanto en seguridad que tendrá un impacto significativo en nuestras ganancias", había dicho Zuckerberg ayer. El jueves negro corona un semestre devastador para la compañía, iniciado por la filtración de datos, que obligó a Zuckerberg a testimoniar dos veces ante el Congreso de los Estados Unidos y ante la Unión Europea.